viernes, 11 de junio de 2010

día 9

laos promete mucho más de lo que pensaba. llegamos a pakbeng justo antes de las 6 pm, después del viaje en bote que fue bellísimo, nos ofrecieron un hotel por 100 bahts, lo vimos, estaba bien, nos quedamos. m se bañó, cuando salio de la duhca nos quedamos charlando, finalmente cuando me meti en la ducha, dije que iba a lavar una ropa. él me preguntó si podía sumar alguna ropa suya, yo le dije que sí, pero me pareció raro. no estaría esperando que se la lave, no? y mientras estoy debajo del agua, él dice: me voy a caminar. me dio una bronca! sentí que me había entretenido y ahora me iba a perder los últimos minutos de luz lavando ropa. como si me hubiera abandonado, o traicionado y encima pensara que le tenía que lavar la ropa!
obvio que lavé solo la mía y salí. apenas puse un pie en la puerta, me saludaron, me dieron charla, me ofrecieron un vaso de cerveza lao. super amigables!
a los dos minutos me encontré con m. que estaba antojado con un vino, pero los que había disponibles le parecían caros (y lo eran). caminamos un poco, claro que la luz se había ido a otro lugar del planeta, igual era agradable caminar con el brillo azul que antecede la noche, reconocer el borde ondulado de las montañas, descubrir las primeras estrellas.
buscamos un lugar para cenar. no había muchas opciones. pasamos por un restaurant bien local, había una mesa en la vereda con unos 8 laosianos y un gringo sentados. el gringo había viajado con nosotros en el barco, paramos a charlar.
nos ofrecieron cerveza, nos alcanzaron sillas, nos sentamos a cenar con ellos. uno solo hablaba ing;es y hacía de traductor, nos enseñó un montón de palabras en lao. parece increíble que sólo en la primera noche hablé con más locales que en dos meses en tailandia. y eso para mí es una muy buena señal.
me tomé un par de vasos de beerlao, me preguntaron por la panza, porqué tengo panza. porque como! porque tomo! odio cuando pasa eso, en india era igual. sin ningún prurito te meten el dedo en la llaga, te disparan a quemarropa. una trata de disimular lo indisimulable, lo admito, pero de ahí a que te pregunten... no se lo pueden imaginar? porqué tenés panza, no hay muchas respuestas para eso, más allá de la obviedad.tengo panza porque soy gorda. proque como más de lo que debería, porque bebo más de lo debería. quieren que me desnude arriba de la mesa así vemos cuan gorda soy? en otros países la gente tiene un poco más de vergüenza ajena, caramba.
ahora que lo pienso, será que acá no tiene nada de malo? preguntar evidentemente no lo tiene, me refiero a tener panza. quizás en su pregunta no hay un juicio negativo involucrado, nomás curiosidad. mmm, no creo que sea así.
me acuerdo que en india me preguntaban si me lavaba los dientes, porque tengo las paletas manchadas. a nadie se le ocurriria preguntar algo así en buenos aires, te fulminarían instantáneamente.
cosa rara. quiza el preguntar implica una curiosidad casi naif. y una aceptación de lo que es, sin esconder, si pretender - el tópico preferido de m.- valga decir que ante la pregunta, me reí y respondí.

volvimos al hotel. hacía unos días que venía armando una lista de canciones d esas suuuuper tranquilas que a mi me gustan, y me deprimen también.
me senté afuera, mirando el hueco negro donde se suponía que corre el río. había muchas estrellas.
m. vino a sentarse conmigo, lejos. escuchamos y cantamos algunas cancioncitas muy bellas, me acerqué a m. porque donde yo estaba no era posible acostarse. escuchamos en silencio, los ojos cerrados. después m. me abandonó, dijo que había muchos bichos. yo me quedé un rato más mirando la nada.
ya en el cuarto, me bañé y me metí en la cama. m. escribía o leía, o algo. después se recostó, se quedó medio dormido. lo desperté para que apagara su pc y pusiera el despertador. cuando finalmente se acostó, lo hizo de espaldas a mí. me gustan las espaldas, mucho. son como un lienzo en blanco para escribir caricias. leer el braille de los lunares, adivinar los huesos debajo de la piel. no lo toqué. en un momento dijimos algo, y cuando finalmente nos dijimos buenas noches, le dije que me diera un abrazo. nos abrazamos un ratito, dulces sueños, me d;i vuelta y a otra cosa.
sin embargo esta mañana, no sé porque lo abracé. me desperté temprano, antes de las 6 am. ya había luz afuera. él seguía con su espalda para mi lado, así que lo ataqué por detrás. enredó sus piernas con las mías, las sostuvo con fuerza.
despues yo me solté , me levanté fui al baño, volví a la cama y otra vez la misma escena.
al final el se levantó definitivamente y fue el fin de la cuestión. después volvió a la cama, se sentó a meditar, y yo me quedé tan dormida que soñé y todo. tras la meditación él se metió en la ducha, y cuando salió me levanté yo. antes de que me metiera en el baño me dijo que se iba a desayunar, y se fue nomás. es raro este pibe. es raro todo. con lo del abrazo nocturno yo me siento en falta, como si hubiera hecho algo que no debía. ahora estoy esperando que me reprenda, aunque quizá lo del desyuno ya tuvo algo que ver con eso. mientras esperaba que se lo preparen se quedó por ahí afuera del cuarto. podría haber vuelto, capaz. capaz yo me lo tomo todo de modo personal, sobradas pruebas tengo de ese comportamiento.


acabo de mirar el calendario. casi tres semanas hasta que termine junio. casi tres semanas para cumplir exactamente un año en la ruta. parece tanto y a la vez tan poco!
y a partir de ese momento, un nuevo viaje, un nuevo mundo, un nuevo compañero. tengo que hablar con j. para decirle que cruzaré por laos; tenemos que coordinar el punto de encuentro. eso. un punto de encuentro.

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