miércoles, 30 de junio de 2010

día 29

tat lo, sur de laos, escrito en papel.
es la primera vez que escribo mis morning pages en papel. tiene su encanto el papel, especialmente si uno escribe con una buena lapicera, la tinta se desliza sensualmente, se desenrolla, se desenvuelve como una cinta de seda.
esta mañana florence me llevó al centro. yo preparé algunas cosas, cepillo de dientes, muda de ropa, rompeviento, quizá encuentre un modo de ir al plató y quedarme ahí. quizás aparece julia, o un tuk tuk, o me permiten alquilar una moto sin el pasaporte, o sucede algún milagro.
8 am estoy sentada en el internet del centro, donde también alquilan motos, tras un bonito desayuno frutal con florence. no hay rastros de julia, me siento en una pc, todo el mundo dejó comentarios en mi fb sobre sobre mi primer aniversario de viaje. se siente bien, me gusta. m me escribió que gracias por ser parte del suyo también, y oh casualidad, está online. le pregunto que hace tan temprano, me dice que puso el despertador para levantarse antes que nadie y disfrutar de un poco de soledad. muy él. le pregunto cómo va con su ser él , dice que bastante bien, pero que se da cuenta de que precisa un espacio para él sí o sí, bla, le digo que no sea tan terminante. le cuento que que quiero ir al plató pero que no puedo alquilar la moto sin el pasaporte, y mientras le escribo eso entran al ciber laura y marie, la holandesa que me aturdía en vang vieng y vientiane y la alemana que conocí junto a ella en vientiane, más bajo perfil. resulta que las dos van a alquilar una moto para ir al plató, exactamente lo mismo que yo quería hacer, les digo casi sin pensarlo que alquilen dos, yo pago por la otra pero que no tengo el pasaporte, bla. en minutos estamos las tres motorizadas con rumbo a tat lo, unas cataratas que están en el plató.
el camino es bellísimo, verdísimo, suavemente ondulado. a los lados de la ruta, plantas de café, de banana, de maíz, casa de paja, madera y bambú y una infinidad de sonrisas.
sabaidee nos gritan agitando las manos, los pies descalzos, los mocos colgando, las sonrisas amplísimas, gallinas, chanchos, perros, las casas flotando sobre pilotes finos y debajo, hamacas, leña, motos y, detalle bizarro, antenas satelitales. los laosianos tienen fama de vagos, o al menos de extremadamente tranquilos, ayer leí un poco sobre su historia, apretada entre china, francia, vietnam, estados unidos y tailandia, recién declararon la independencia en 1975 y desde entonces es comunista aunque parece depender por completo de la ayuda internacional. son pocos, menos de 6 millones, con menos del 17% del área cultivable utilizada (4% del país, el 80% del cual es arroz) y con un índice de alfabetización del 66%, no suena muy comunista que digamos. leí en algún lado que los vietnamitas cultivan el arroz, los camboyanos lo miran y los laosianos lo escuchan crecer. todo va más lento en laos, sin embargo, andando los caminos, se los ve marchar con los cestos en la espalda, cortando leña, lavando en el río y trabajando en el campo, aunque también tirados en las hamacas y tomando cerveza beerlao.
el sol pega duro en el viaje, paramos a comprar furtas, a sacar fotos, a almorzar. todos nos saludan con una alegría tan genuina y tan inocente que contagia. llegamos a tatlo, que es nuestro destino por hoy. buscamos alojamiento, nos metemos al río, hay unos nenes bañándose desnudos, uno le está lavando la cabeza a otro, se ríen, juegan, se tiran al agua. la catarata es amplia y ronroneante, la vemos desde el balcón de nuestro cuarto.
como a las 5 vamos a la otra a 10 km, el camino es casi todo en subida, estoy disfrutando por anticipado la vista al llegar. pasamos por unos pueblos, me olvidé la cámara de fotos, todo el mundo saluda.
llegamos, es apenas un chorro de agua colgando desde un risco, una pared de roca altísima, y estamos arriba de todo. al final del precipicio, el agua, el valle, el verde como una alfombra que se extiende hasta las montañas que dibujan el horizonte. es magnífico, hermosísimo, increíble. estoy tan feliz, me siento tan pequeña ante tatnta inmensidad, tan privilegiada de poder estar ahí admirándola, tan feliz. me acuerdo de lo que le dije a m, what do you need?, nada, no necesito nada.
pienso en que ayer me quería matar por lo de la moto y el pasaporte y como sin hacer nada, sin ningún esfuerzo, las cosas suceden. ponele destino, estar en el momento exacto en el lugar justo, ponele suerte, ponele fe, culo, casualidad. las cosas suceden por alguna razón, y aunque desconozca cual es en este caso, por lo pronto no la voy a cuestionar.

martes, 29 de junio de 2010

día 28

pakse, sur de laos. hoy es mi aniversario de viaje. un añito, ni más ni menos. parece mentira, todavia me acuerdo cuando jaz me llevo al aeropuerto con maruli. tambien me habia llevado cuando me fui a vivir a bcn, el mismo escenario, quizás los mismos temores, yo tan igual y tan distinta.
me pregunto si de verdad habré cambiado tanto o sólo me parece. no se me ocurre en que cosa se notará que cambié.en m el cambio era superevidente, un día estaba ausente y al otro día estaba ahí, presente y sonriendo.
pero yo... no sé si cambié tanto o no. estoy algo más tranquila, sí, más contemplativa, quizás menos intolerante aunque la tolerancia me dura hasta que encuentro alguien que no soporto. no estoy tan vinculada con mi deseo, más bien sigo sin tenerlo. lo unico que sigo deseando igual encontrar un compañero, alguien que me quiera y a quien darle todo mi cariño con un moño en una caja con forma de corazón. estaré muy equivocada en desear eso? evidentemente puedo vivir sin ello y aún así disfrutar grandemente, pero...
m comentó en fb que estaba en una casa de lujo en phuket, y que tenía todo. yo le respondí parafraseando una de las poesías que le dediqué: "algunos obtienen lo que se merecen", a lo que él respondió: "y cuando recibimos lo que necesitamos?" me la dejó picando. qué es lo que necesitamos? qué es lo que necesito? hay algo que de verdad necesito?
le respondí eso mismo. "qué necesitás? you are perfect as you are!" que es una frase de mooji y obviamente él lo sabe. es más, si no recuerdo mal, él mismo me la dijo a mí el día que lloré en vang vieng. me respondió con una sonrisita tipeada nomás, pero me comentó en mi estado facebookiano acerca de mi aniversario viajero que gracias por haber sido parte de su viaje también. ya lo ve, un día estoy con vos 24 hs y después, la seguimos en facebook, jah.
ya le escribiré, tengo ganas de escribirle y saber que pasó con su encuentro familiar, en qué espejo se tuvo que mirar. pensé en mandarle otra poesía traducida, una que se llama causa que creo que la escribí en la epoca de juan perez. me falta una palabra en inglés, incapacidad. creo que la traduciré así:

what if i stop calling
this melancholy
by your name?
because it's not yours
no, it doesn't belong to you
it is not your absence the cause of it
but my incapacity (?)
of accepting it

uf, no queda tan linda como en castellano. no hay vuelta que darle. no se entiende muy bien el it del principio que refiere a la melancolia y el segundo que refiere a la ausencia, me parece que queda mal o la voy a tener que explicar mucho. voy a probar traduciendola con el google translator a ver que me tira.
esto de no tener internet es una cagada, debo mails a tejedora, a a kiki y a ceci que quisiera responder largamente, pero no tengo sus mails anteriores y es una paja ir hasta el centro con la netbook y colgar todo el día con ella en la espalda.
de si pahn don me vine a pakse, donde me recibió una cs francesa muy simpática pero que no me da la llave. igual, vive bastante lejos del centro, y cuando se va a trabajar a las 7.30 me lleva en su moto hasta el centro, asi que no está mal. ayer nos encontramos en el centro, me trajo hasta su casa, fuimos al mercado y a la costa del mekhong a comer. le rompí un poco la cabeza con mi charla, creo, pero no se quejó. es una pendeja bastante interesante, la verdad, trabaja en el tema de alimentos y está acá haciendo una práctica para la universidad. antes hizo lo mismo en noruega, y viajo por escandinavia hasta rusia. para tener 23 años no está nada mal.
esta mañana me dejó en el mercado para que tome un tuk tuk a champasak, la ciudad mas cercana a wat phu, un templo antiquísimo que supuestamente hay que ver sí o sí. yo ya estaba en duda de ir, porque no me copa tanto ver ruinas (ya ví infinitas) y entre el tuk tuk, el ferry y la entrada se me iban a ir 100 mil mínimo. igual fui, caminé un rato por el mercado que era enorme, encontré el tuk tuk a champasak y me senté. leí, miré, esperé. pasó una hora, creo, florence me dejó en el mercado antes de las 8 y a las 9.30 yo estaba sentada esperando no sabía muy bien qué. al final me aburrí, consideré que si luego tenía dos horas de viaje llegaría a las 11.30 con suerte (esto asumiendo que el tuk tuk partiría inmediatamente, cosa que dudo), pagaría 40000 kip de entrada para ver el templo en la peor hora y a las 15.30 ya tenía que estar en camino de regreso. no me daban las cuentas financiero-temporales, me bajé del tuk tuk y me perdí en el mercado un rato largo. después caminé por la costa del río, paré en un banquito a la sombra, se me acercó un laosiano con una niña de 3 años a darme charla, me quería curtir yo diría, según lo que florence me contó del comportamiento masculino laosiano, es idéntico al indio.
al final se fue a llevar la nena, y yo despegué, tenía ganas de estar sola. estaba disfrutando tanto de la vista del río y la sombra de los árboles!
pakse tiene menos acción que calamuchita, es rechiquito y muuuuuuuuy tranquilo. fui a un templo, saqué unas fotos, me fui a internet, postée en mi blog por mi aniversario viajero algo que había escrito hace un tiempo para las mp, aunque le hice algunos cambios. quedó un poco cheesy pero me gustó igual.
se largó una tormenta fiera, esperé a que pare leyendo sobre la historia de laos, ni idea tenía que hace menos de 40 años declararon la independencia, que según parece tampoco es tal. me resolví a alquilar una moto para ir a bolaven plateau, y quedarme un día por ahí en la montaña. volver el jueves, agarrar las cosas y viajar a vientiane para llegar el viernes temprano, buscar el pasaporte con la visa y a la noche tomar otro bus a luang prabang, a ver si la encuentro a vicki por ahí. en dos días se me van a ir 300 mil kips solo en bondi, me duele de solo pensarlo. además de eso la moto, 100 mil por dos días, si lo pienso así casi que me resulta barato, si lo hago como excursion con una agencia de viajes me fajan al menos 150 mil por un día nomás. la moto es perfecta, sería ideal encontrar alguien para ir juntos, lo posteo en cs aunque no creo q tenga respuesta. la que me escribió es julia, una yankee que conocí en jaisalmer (loquísimo que me escriba justo dos días después de haberme cruzado con jacqui, una australiana o kiwi que conocí al mismo tiempo que a julia) diciendo que estaba por tomar un bus a si pahn don, a ver si nos veíamos. le dije que la esperaba en pakse para ir al plateau, espero que lo haya leído y se cope.
caigo en cuenta que para alquilar una moto te piden el pasaporte. y el mío está en la embajada china. pregunto en un par de lugares si me la pueden alquilar igual, ofrezco dejar dinero y hasta la netbook como garantía, pero no hay caso.
la netbook la ofrecí solo en el último lugar, quizás en los otros la acepten. aunque si le llega a pasar algo a la netbook me voy a querer matar, pero no creo que pase nada. el tema es que si nadie la acepta y finalmente voy en bondi, la voy a tener que cargar. no me jode tanto, sé que si la tengo la voy a usar para escribir y cuando no la tengo, termino sin escribir nada.
el tipo de las motos preguntó si no tenía un pasaporte de un amigo, pero no me da pedírselo a florence. veremos mañana a la mañana que pasa, si aparece julia, si convenzo a los del otro local o me voy en bus y ya.
florence me viene a buscar al internet (que es el mismo que alquila motos), al lado hay un restaurante indio donde comí ayer, le invito a flor un panqueque, nos sentamos. y mientras estamos ahí, aparece sean, un morocho australiano que conocí en vientiane (aunque lo había cruzado en vang vieng y ya le había echado el ojo) y está buenísimo. no sé si tiene ascendencia india o israelí o arabe, pero tiene los ojos profundos y la piel aceituna. acaba de llegar del plateau, viene a entregar la moto, nos quedamos charlando un rato, se sienta con nosotras, quedamos vagamente en vernos más tarde.
flor y yo volvemos al hogar dulce hogar, cocino para las dos una especie de sanfaina y un postre inventado de batata y leche de coco. escuchamos música argentina, le paso un par de discos. hablamos de los escandinavos, de que son fríos, de mathias. de pequeño jardín, de tejedora de montaña, de poesía.
todavía estoy un poco embroncada con lo de la moto pero no tanto, tengo una resignación extraña, me llama la atención como tantos pequeños eventos se van encadenando unos con otros, diego-florence, jacqui- julia, pasaporte moto, 4000 islands y un email de james, que me las había recomendado, llega con 2 meses de atraso. algunas cosas no suceden al azar, habrá que ver que sale.
cada día recuerdo algo de las charlas con m. y estos días estuve pensando especialmente en la vez que hablamos del destino. creamos nuestro destino con cada decisión. ese es nuestro destino.

lunes, 28 de junio de 2010

día 27

dondet, si pahn don, sur de laos.
otra vez se me rompieron las ojotas.
obvio que las arreglé, esta vez con la técnica del hilo dental que aprendí de taylor.
todo un tema las ojotas.
salí de baires con un par de havaianas que me regaló liesje, marrones, que me acompañaron durante mi travesía en sudamérica.
cuando estaba por madurai, en el sur de india, en diciembre, se me rompieron. de urgencia me compré unas malísimas que me lastimaron por todos lados, pero no tiré las otras. en pondicherry las mandé a arreglar, todo se arregla en india!
les pusieron una tira de cuero cosida al palito del medio y engancharon la tira en la suela con una tacha. perfecto, lástima que duró poco: la tacha se soltó. en calcuta les hice poner otra tacha y ahí quedaron joya.
entretanto, mis zapatos de trekking viajaban cómodos dentro de la mochila, hasta que llegué a darjeeling en enero y el frío los sacó del letargo.
con las havaianas en carrera ya podía prescindir de las truchas, y en kajuraho las cosí a la base de mis jooti, los zapatitos indios tan coloridos que me había comprado en jaipur, apenas llegada a la india. los jooti tenían la suela muy fina y ya se le estaban haciendo un par de agujeros.
casualidad, al día siguiente me robaron los zapatos de trekking en el tren, así que me puse los jooti. todavía hacía un poco de frío.
de vuelta en jaisalmer en febrero, otra vez volví a usar solo ojotas. hasta que me las atacó un perro y le comió una de las tiras. obviedad, las mandé a arreglar con mohandas, un nene que arregla zapatos por la calle. al día siguiente me las devolvió con una tira de cuero cosida sobre el plástico mordisqueado.
me las puse y me quedaban incomodas. estaban unidas de modo invertido. busqué a mohandas y le pedí que me las arregle otra vez. a los dos días me fui de jaisalmer y nunca más lo encontré, ergo, me quedé sin ojotas.
para marzo, en pushkar conocí a tres argentinos supercopados de luján y capilla del señor: lucas, leandro y xxx. pegamos onda enseguida, compartimos unos días ahí y luego me fui con ellos a jaipur. conmovido por la historia, lucas, que tenía dos pares de havaianas, me regaló uno. ojotas nuevas.
los jooti se me volvieron a romper, así que cuando andaba haciendo dedo por el norte con taylor y puneet, volví a coser las ojotas viejas a la suela, a sugerencia de taylor, con hilo dental, que se la rebanca.
en abril andando por malasia, conocí una chica en un hostel que estaba deshaciendose de un monton de cosas, y ligué unos pantalones blancos y un par de ojotas. me venían bien para reemplazar la suela de los jootie, que aunque bien cosidas estaban finitas otra vez.
mayo en tailandia, todo el día en ojotas, aunque en todos lados hay que dejarlas afuera. en la infeliz had yuan, en ko phagnan, en la puerta de un restaurante desaparecieron las havaianas que me había regalado lucas. todo mal. suerte que aún no había sacrificado las que había ligado en taman negara, aunque eran de lo peor.
en el bus de ko paghnan a bangkok, en el revuelo de mochilas al bajar en khao san rd, queda huérfano un par de ojotas hermosas, marrones. soy la última, el de bus me dice que me las lleve, le hago caso. son las que tengo ahora, que se acaban de romper en laos. obviamente, las voy a arreglar.
ayer jugaba argentina a la 1.30, y quedamos con oscar, el argentino, en ver el partido. cenamos tipo 9 en una mesa multitudinaria y multinacional: estaban lynn la australiana, finnola y karol de irlanda, eric de EEUU, un belga, maili de nueva zelanda y oscar y yo. el bar estallaba con el partido alemania- inglaterra.
me siento rara a veces en esas situaciones sociales. como que no me interesan mucho. a veces si, la charla es interesante, pero no siempre y yo me cuelgo en cualuqier cosa no relacionada. cuando terminó el partido la mayor parte de la gente se fue, karol y finnola se quedaron un rato más, son linda gente aunque a veces me cuesta seguirles la charla. oscar y yo teníamos que esperar como 3 horas a que empezara el partido, al final quedamos solos y nos unimos a otra mesa llena de canadienses, aussies e irlandeses. oscar fue a buscar porro. uy, como me pegó. mucho.
me dio un sueño atroz, no podía seguir ninguna charla y el partido que no empezaba. yo estaba perdida en las sensaciones de mi cuerpo, como olas, como cosquillas, escuchando claramente todas las conversaciones circundantes pero sin entender ninguna. quería irme a dormir, no tenía interés de hablar con nadie de nada. aguanté un rato más, debería tener una cara de mona lisa tremenda, al final empezo el partido, oscar y yo nos movimos más cerca de la tele, él me hacía comentarios que yo no tenía la menor intención de responder, igual ni hacía falta. un gol, dos goles, miro con atención pero me importa tan poco el partido que cuando termina el primer tiempo me voy a la cama. tengo miedo de la caminata hasta el hotel, está oscuro y no hay nadie en la calle, y me da miedo pasarme de largo pero llego bien. armo el mosquitero y me desmayo.
me resulta tan loco que el porro me pegue recien ahora, hace más de 3 años que fumé por primera vez. imagino que tiene que ver con que recién ahora estoy relegando el control, el control de mi ser. obvio que una audiencia de desconocidos colabora con soltarse, pero casi siempre fumé con desconocidos. creo que tiene que ver con una apertura particular, un permiso para ser. de todos modos, el efecto no me termina de convencer, a menos que despues me vaya directo a la cama.

esta mañana me desperté temiendo resaca (había tomado cerveza también, aunque no mucha) pero estaba bien. y así de golpe decidí irme de la isla para pakse. todavía no sé si iré a ver las cosas que hay que ver por acá, pero ya tengo que pensar en poner proa en volver. el jueves debería estar de vuelta en vientiane para buscar mi visa china.

día 26

duermo, una vez que espanto la nube de mosquitos y acomodo el mosquitero, leo un poco y duermo. me despierto no tan temprano como venía acostumbrando, abro los ojos cada tanto pero me convenzo de un ratito más, aunque tengo intención de alquilar una bici y cuanto antes salga mejor. apenas antes de las 9 me levanto, me baño, voy en busca de un bici.
consigo una por 8000, debería también buscar algo para desyunar, no hay frutas en ningún lado excepto en los restaurantes y, obviedad, son caras.
algo surgirápor el camino, mucho hambre ahora no tengo. pedaleo por la costa este, bungalows por todos lados, hamacas, mariposas, chicos. luego el camino abandona la costa, sigue por el centro, es verde pero no hay arroz en estos campos, solo pasto, hay algunos búfalos de agua vagando por ahí. que animal raro es, es una mezcla de vaca y rinoceronte, como una vaca antigua.
cruzo unas nenas preciosas y paro a sacarles fotos, el aro de mi cámara se vuelve a caer (se le salio un tornillo hace varios meses ya, y lo vengo reemplazando con fosforos pero cada tanto se zafa), una de las nenas se lo quiere poner como pulsera. se siente como india, me piden cosas, me meten las manos en los bolsillos, me revisan el bolso. no sé muy bien que hacer, sinceramente no es un comportamiento que quisiera alentar.
llego hasta el final del camino, es el final de la isla, hay un puente que cruza a la isla siguiente por donde alguna vez cruzó un tren. lo cruzo, pero para entrar a la isla siguiente hay que pagar 20000 kip, mucha plata, no creo que sea muy diferente de acá, el tipo me dice son dos dolares y medio, uf, señor, si usted supiera, con eso pago comida y alojamiento. me doy la vuelta, vuelvo por el mismo lado este pero más por la costa, compro unas bananas fritas riquisimas, paro en una sombra para manotear la bolsa y descubro un árbol lleno de mariposas, es mágico, lástima que no saldrá en fotos porque hay luz en contra, pero si lo vieran, hay 6 o7 mariposas revoloteando en cada racimo de flores, todo el árbol es flores y mariposas, naranjas, blancas, amarillas, negras, detenidas, volando y revoloteando, jugando. sigo un poco más, veo una mujer tejiendo una red de pesca, me detengo un rato a sacarle unas fotos, cómo odio no poder comunicarme. sigo a pedal, ya estoy en el centro que no es más que una aglomeración de restaurantes, me encuentro con una australiana que estaba ayer en el mismo restaurante donde pasaban el partido de uruguay, me quedo charlando con ella, tiene un acento raro, no me cautiva su charla pero está bien. me pongo picky con los interlocutores, cosas que pasan. igual me siento con ella un rato, no está tan mal, a veces es cuestión de tiempo. me invita de su comida, no puede liquidar unas lentejas acuosas que pidió, yo no le hago asco a nada y dejo el plato limpito. ya el calor aprieta fiero, mejor hacer un poco de nada. vuelvo al bungalow, ella está parando enfrente nomás, le digo que si quiere alquilarse una bici vamos a pedalear a la tarde.
me doy un baño, se me rompen las ojotas, un día voy a escribir sobre las ojotas de este viaje, tengo que ver como las voy a arreglar, encuentro una lonelyplanet de laos en español, la leo un rato, me cuesta concentrarme en eso, abro la pc porque tengo algo para corregir pero no lo encuentro, me pongo a ver una peli que m me había recomendado, un compromiso muy largo, con la hermosa de audrey tatou. ay, la envidio a esta chica, no puede ser tan bella.
de pronto alguien me llama desde afuera, es lynn la australiana, dice que irá a ver si consigue alquilar una bici para que vayamos a pedalear, perfecto, sigo con la peli hasta que regresa en cicla. vamos esta vez por la costa oeste, es todo chiquito, llegamos al puente, otra vez la misma historia, no voy a pagar así que pegamos la vuelta otra vez por el oeste, entramos por un camino central, pasa por un templo, lo están arreglando, saco unas fotos, las chicas suizas que viajaron conmigo hasta pakse me contaron que a veces los monjes no eran tan célibes como parecían, mmm, algunos están buenos... me seduce la idea del manto naranja, la cabeza rapada y, para que negarlo, lo prohibido.
seguimos hasta el centro, veo una cara conocida, karol, el irlandés que conocimos en luang prabang y luego en vang vieng está acá con finnola, su novia. son linda gente, me alegra verlos, justo hoy pensaba que tenía que escribirles un mail a ver si estaban por acá y mientras pensaba eso, pensaba también que no hace falta hacer ningún acuerdo, cuando uno se tiene que encontrar, se encuentra sin esfuerzo.
finnola me pregunta si lo extraño a mathias, no da para contarle toda la historia, que en realidad estamos juntos pero no, le digo que nos despedimos anteayer, ella insinua que no hace tanto y que entonces no debo extrañarlo todavía, le digo que para mí es al revés, que ahora siento más su ausencia pero que pronto me acostumbraré a ella, como antes me acostumbré a su presencia.

día 25

el viaje resultó mejor de lo que pensaba, y a pesar de que saltaba un poco, creo que desmayé todo el trayecto. en un momento abrí los ojos, estaba amaneciendo. el sol asomaba apenas al final de la ruta, inundando todo de una luz tibia y naranja.
llegué a pakse antes de las 7, sin estar muy decidida si quedarme o irme, había mandado un couch request la noche anterior pero obviamente no sabía si me habían respondido. el bus a 4000 islands salía a las 7, 10 minutos para decidir, pensé en que si decidóa ir otro día iba a tener que madrugar, compré boleto y me fui.
está nublado, llueve un poco, el paisaje es verde y plano. se siente raro estar sola otra vez, cargar la mochila, dormir en un bus. hace tiempo que no tomaba buses nocturnos, más de un mes, el último fue desde lomsak a chiang mai.
estoy tranquila, algo melancólica quizás, algo absolutamente comprensible tras un mes de viajar con m. en el bus a pakse charlé con dos chicas suizas muy simpáticas, hablé especialmente con una hasta que me quedé dormida. apenas bajé del bus para 4000 islands veo una cara conocida: pablo, un argentino amigo de sofía que conocí en chiang mai. cuando nos conocimos estaba con angie, una chica inglesa que tenía pensado ir china por tierra, le había pedido que me pase información al respecto así que habíamos intercambiado mails. también con pablo habíamos cruzado un par de mails, el supuestamente haría el mismo recorrido que nosotros hacía vientiane tras despedirse de angie en luang nam tha, al norte de laos. sin embargo, pablo no está solo: angie está con él! no te ibas a china? no, me dice, decidí ir en avión a beijing, así que nos vamos a cambodia.
mirá que loco, como son las cosas, obviamente la presencia de pablo, que apenas habla inglés, bastó para que cambiara su recorrido. me acuerdo que cuando los conocí le pregunté a pablo si era su novia y medio que frikeó, dijo: no, no, bueno, estamos viajando juntos nomás... pero el amor o como quiera que se llame es más fuerte, parece...
no sé, a mí esas cosas mucho no me pasan. bueh, j en su momento cambió sus planes por mí, es cierto. y m, no sé si tenía pensado originalmente ir a laos, pero lo hizo, aunque yo no lo invité expresamente y él tenía que salir sí o sí de tailandia por la visa.
qué será de m? está ya en bangkok, se iba de fiesta con ian, otro ex-n6. me pregunto que habrá pasado por su cabeza en el viaje a bkk, mi ego quisiera saber.
otro que me tiene preocupada es j, hace unos días que no sé nada de él. es tan hermético que a veces me da la impresión que me dirá "cambié de opinión, no voy nada" o algo así. que haría yo si eso pasara? iría a mongolia igual? me da un poco de cuiqui, quizá buscaría algún compañero de viaje. taylor tenía ganas de rumbear para ahí, pero ahora está en india.
j, vamos a tener que hablar cuando nos veamos, pero por ahora lo que más quiero es darle un abrazo.a
me siento como un estanque lleno de ternura, de abrazos, de mimos para dar y sin nadie que lo reciba. casi que ni me importa el destinatario, sólo quiero que esta energía fluya.
angie y pablo me pasan el dato de una guest house barata, de donde me dejó el bus tengo que tomar un bote, 10 mil kips, sale caro moverse. el bote va a pleno, es un viaje corto, llegamos a don det, bajamos, nadie es muy solidario con el tema de las mochilas y a una piba que está tratando de sacar la suya, se le cae una mochila ajena al agua. el dueño, un catalán que ya venía con cara de orto, se recalentó.
yo bajé hipertranquila, me tomé mi tiempo, el pueblo es una callecita de arena y tierra con restaurantes y hoteles a los lados, todo bastante precario. enfilo para el lado del sunset, para el oeste, ahi queda el lugar que me dijeron, lo encuentro, es barato, está bien, me quedo. es un bungalow minusculo pero con un porch bonito frente al río y con dos hamacas. pienso que a m le hubiera gustado, hay mucho verde, y un balcón era l que queríamos en vang vieng y en luang prabang, aunque acá falta el wifi para tener el combo completo.
me doy una ducha, me siento a escribir, a leer, a corregir, me quedo dormida, me despierto y otra vez lo mismo. tengo un sueño raro, con chris, el suizo que tantas veces cruzamos en pakbeng, luang prabang y vientiane, en el sueño él es él pero es mathias, o mathias es chris, o algo así, y quiere tener sexo conmigo, y yo le digo que no, que no es él sino otro. no me acuerdo muy bien, sólo recuerdo la confusión de personalidades. pienso que en el sueño estoy rechazando sexo, y que en ese contexto para mí es algo normal y absolutamente comprensible, es más, es algo incuestionable, excepto cuando yo soy la rechazada. quizá en todo el asunto m, lo peor es que en un momento si dió y luego no más, y luego sí otra vez pero después nunca más. hago un breve recuento del tiempo que pasamos juntos, de las charlas, de las noches bajo las estrellas en pai, de las canciones que cantamos y escuchamos, del vinito, de las cenas, y excepto los días en luang prabang, siento que somos mucho más compatibles de lo que hubiéramos creído.
a las 4 y algo tengo hambre, quiero terminar de corregir lo de identity para sacármelo de encima, acá la internet escasea y mucho, es bastante cara y no hay wifi. termino cerca de las 5, el horizonte acuático se va poniendo dorado, salgo a caminar bordeando la costa, salpicada de bungalows en la primera parte y de casas en la segunda. hay botes en el río, están pescando, hay chicos en la costa jugando, hay gente bañándose, lavando ropa. el agua parece marrón y espesa, y como su nombre lo indica, hay montones de islas e islotes. camino, las casas flotan sobre pilotes para cuando viene la cercida, la gente sonríe y saluda mucho, pareciera más pobre que el norte, percibo algo vagamente latino que me recuerda a manu, a rurre, a isla fuerte. hay gallinas y chanchos, hay perros y gatos, y hay infinidad de chicos.
el camino se angosta, ya casi no hay casas, se diluye mi esperanza de que este camino de la vuelta y vaya para "el centro" o al menos hacia algún lugar donde pueda encontrar un lugar para comer. igual, el sol enciende el agua del río, todo se tiñe de naranja pálido, prefiero ir lento y disfrutar la vista, por media hora más no me voy a morir de hambre aunque no comí nada en todo el día excepto por dos bananitas y unas obleas. cuando me resigno a que no hay salida para este lado pego la vuelta, voy por donde vine, paso el hotel, voy para el centro, encuentro un restaurant de comida india, 10000 por malai kofta, dale. me siento en una mesa junto al río, hay dos mesas más ocupadas, los que atienden son todos ladyboys, la comida está bien, ceno sola y vuelvo sola, no son ni las 8, creo que a las 9 juega argentina. hay luna llena e infinidad de mosquitos, me tiro un rato, como semillas de sesamo que vengo arrastrando desde jaisalmer, salgo para ver el partido pero no era hoy, está jugando uruguay, me acerco a ver, resulta que hay un argentino y encima está bastante bueno, le copo la mesa, charlamos un rato, no me da mucha cabida, miramos el partido, me quedo mas por inercia que porque me interese, urugua gana, me tomo un chocolate caliente, es con leche condensada, deme uno más, un chocolate caliente para el alma.

viernes, 25 de junio de 2010

día 24

no son las ni las 8 y me despierto, no sé que pasa con mi sueño que es tan corto, tan poco. me despierto con sueño, quizás podría dormir más pero no. soñé algo, pero no recuerdo claramente qué. abro el libro de mooji, está junto a mi almohada esperando hasta último momento que lo termine de leer. me gusta este libro, es extraño, hay muchas cosas que yo dije, pensé, sentí, escribí antes de leerlo, y me hacen pensar que no estaba tan mal entonces. a veces hay palabras textuales de cosas que escribí hace un montón, cierta alegría profunda que describí, una sensación de plenitud que va más allá de los estados momentáneos, una necesidad pacífica de romper con todo, de empezar de nuevo, de reconocerse, de parirse a sí mismo. igual propone self-inquiry, yo me ahogo en esas preguntas, prefiero no pensar y que cuando piense, pueda decir "esto es solo pensamiento, no soy yo" y ya. cuando tengo esos momentos de felicidad tan pura, tan vasta, tan inocente, en general no estoy pensando en nada, estoy concentrada en el ser, en el hacer a un punto que no hay concentración siquiera, sólo un fluir, como cuando ando en bicicleta y no estoy pensando ahora tengo que poner el pie acá y hacer fuerza con esta pierna, simplemente pedaleo y la bici se mueve y yo con ella, y vamos rodando felices juntas por la vida.

leo a mooji, m duerme al lado, a veces se despierta un poco o pareciera, yo leo, leo hasta terminar el libro, me río, la vida de mooji se parece bastante a la mía. será que estoy iluminada? bueh, de acuerdo a advaita sí lo estoy, todos lo estamos. me levanto, voy al baño, empiezo a armar la mochila. this is the end, el final de esta historia. creo que me vendrá muy bien una semana de soledad hasta encontrarme con j. tailandia y laos han sido como una vacación, un limbo viajero entre dos experiencias hardcore, la india y el monstruo china-mongolia-rusia que está por empezar.
de verdad que tengo ganas de abrazarlo, esto no se parece en nada a fluir, lo sé, pero no quisiera que piense que lo quiero violar. al final se levanta, nos ponemos en movimiento, vamos a desayunar, hablamos de mooji, del libro, de salir a caminar.
damos una vuelta por las calles de vientiane, es como un pueblo chico, como si santiago del estero fuera la capital del país. él me debe una cena, hablamos de ir a almorzar, la verdad es que yo no tengo hambre, dice de ir a una pizzeria sueca, al final vamos ahí a comprar cosas dulces, galletitas y eso, probamos unas cuantas. cada tanto se cuela en la charla la idea de que es nuestro último día, hay algo de bittersweet, yo igual estoy superfeliz hoy, le cuento sobre la vez que me encontré con la negra che en la paz, y ser feliz con la sola idea de que existe gente así en el mundo, y que afortunada soy de encontrarlos aunque sea por un rato, aunque la despedida duela. él dice que sabe que éste no es nuestro último encuentro, y que está seguro que cuando y donde sea que nos volvamos a encontrar, conectaremos tan instántaneamente como lo hicimos en bangkok y en dos minutos será como si el tiempo no hubiera pasado. le confieso que hubiera querido matarlo unas cuantas veces, él dice que también a mí, jah! me pregunto cuando pero no se lo pregunto a él, pff, no sea cosa que me diga cosas que no quiero escuchar.volvemos al tema de la cena pendiente, me dice que ya no tendremos tiempo para hacerla, que a cambio me propone que cuando vaya a suecia puedo comer su comida. no está mal, aunque no me queda tan de paso ir a recoger el premio, le digo que me dé un voucher, que lo quiero por escrito. en un momento me pregunta si pensaba ir a estocolmo, le digo que sí pero sólo porque él está ahí, mi ruta en europa va decidida por gente y no por lugares.
volvemos al hotel, hacemos el check out, dejamos las mochilas abajo y vamos a la embajada de tailandia a retirar su visa. cantamos por la calle, vamos dando saltitos extraños, inventando un lenguaje que supuestamente es laosiano, conspirando una teoría para tomar un edificio, transpirando. m se queja por el calor, luego dice que está tan contento que tiene que encontrar algo para quejarse. le pregunto que siente ahora, que irá a encontrarse con su familia. no será fácil me imagino, no lo sé, yo mucho no lo conozco y a la vez siento que lo conozco más que nadie, y lo noto tan pero tan cambiado desde bangkok hasta acá. tengo la impresión de que no le será muy fácil seguir siendo este nuevo él cuando todos estarán esperando encontrar al anterior, me dijo que estuvo pensando al respecto, que será extraño, ya verá como se siente.
le cuento lo de la noche, que le dije que lo extrañaría y su respuesta, dijo no recordar nada al respecto, yo le hago notar su "externación", que todo lo menciona de modo "objetivo", como si nada lo afectara. él dice que igual no me lo dirá porque no me va a extrañar, porque él no extraña a nadie. en cierto sentido yo tampoco, amo a mis amigos y a mi familia pero no los preciso acá al lado, obvio que si pudiera compartir con ellos un momento sería fabuloso, pero si verlos en este momento implica renunciar a esta experiencia pues prefiero no verlos, si los extrañara tanto volvería y punto. él está de acuerdo, dice, así es como él entiende la amistad, con desapego. esta palabrita, desapego, tengo mis reservas con ella, me suena a no involucramiento que es algo con lo que no voy, pero digamos que en esta caso compartimos la misma idea. "i love to hang out with you" me dice, estoy seguro que nos vamos a volver a encontrar, quizas este año, o el próximo, pero sucederá. un mes, a veces nos parece que pasó rapidísimo y otras, los días en pai parece que hubieran sido hace un siglo. será raro despertarse y no verlo ahí al lado, no escuchar su voz.
vamos por la visa, nos encontramos con otro sueco en la cola, hablen en sueco nomás que yo estoy en mi universo. a la vuelta pasamos por un mercado, m quiere comprar sticky rice, recuerdo que tenemos todavía un ananá, a esta hora hay torta y café en la guest house, m me invita un licuado y dice "hacemos una fiesta". estamos ahí en la puerta entonces, en una mesita que hay afuera con torta, ananá, sticky rice y licuados, viene martin, el alemán que había compartido el cuarto con nosotros la primera noche que también cruzará a tailandia, irán juntos. comemos, charlamos, media hora nomás o menos quizás, llega la hora de la despedida, nos damos un abrazo fuerte fuerte, me tengo que poner en puntas de pie, me dice en el oído it was great meeting you, thank you for everything, aprendimos mucho mucho juntos, muchísimo, fue como un curso acelerado, después de esto creo que podemos tolerar juntos cualquier cosa, nos reímos, lo quiero, de verdad lo quiero, nos separamos un poco, me mira y me dice en voz baja que me va a extrañar. yo pongo cara de sorpresa, y de verdad me sorprendo, jua, tuvo un momento de debilidad.
se pone la mochila, lo ayudo un poco, me despido de martin con un apretón de manos, m y yo nos damos otro abrazo, this is it, see you soon, buen viaje.
lo veo alejarse por la calle del hotel, enciendo un cigarrillo, me pongo a corregir el libro de identity, estoy triste sí, pero feliz. y ahora, mientras escribo, esto se empañan los ojos.

cuelgo toda la tarde en esa misma mesa, gente va y viene, se sienta y charla, a las 7 creo que ya es hora, los buses salen a las 8.30, me doy una ducha, me cargo la mochila al hombro y voy hasta la terminal del centro a tomar un bus para la terminal del sur, no hay mas buses, otra vez mi tendencia a la inercia me complica la vida aunque tengo clarísimo que si tengo que viajar hoy, será hoy, me tomo un tuk tuk que regateo de 60 a 20000 kip, es lejísimo, considero llamar a vicki para quedarme en su casa si es que pierdo el bus, quiza mejor dormir en la terminal, sino son 40000 de tuk tuk ida y vuelta mas al menos 40mil de alojamiento, llego cagando, quizá menos de 10 minutos antes de que salgan los buses, 150 mil, que caro es todo por dior, consigo que me rebajen a 130000 (mi presupuesto diario es de 80000 por todo concepto), me subo, el bus tiene camas en vez de asientos, me toca la última cama de lado de la ventanilla compartida con dos chicas suizas, la luna casi llena ilumina la noche.

jueves, 24 de junio de 2010

día 23

casi las dos am de estos días tan largos y a la vez tan cortos.
un mañana atroz, todo de nuevo para hacer con identity y me estoy cansando, no me cierra tanto trabajo por esa guita. no puedo corregir 4 veces la misma cosa, no me pagan por hora. después se me rompió el pimentero, estaba desayunando la chica que me aturde, me fui afuera, m se quedó adentro, nada me funcionaba, tenía 8 mil mails de roxana, mucho para hacer y cero ganas. hoy es el último dia con m, y como pinta la cosa estaremos todo el día por separado.
ayer antes de dormir estábamos en una habitación triple compartida y nuestro tercer compañero de cuarto, martin, un alemán, pinto un churrito. algo extraño me viene pasando últimamente y es que el porro me pega. no mucho, como un mareito leve, como un delay en el entendimiento de lo que me están diciendo, una especie de despegue de la realidad corporal. fumamos los tres, el tercero se fue a duchar, m y yo hablamos un rato, me dijo que lo que le gustaba de estar conmigo era que podíamos pasarnos horas cada uno en su mundo, en su pc, charlando un rato, leyendo, comentando algo, pero sin la necesidad de tener que entretenernos mutuamente. tiene razón.
esta mañana, después del desayuno nos cambiamos a una doble, era mas barato que la triple aunque no tenemos aire acondicionado. m se fue a hacer su visa tailandesa, yo me quedé puteando, después enmochilando y recién a las 11 me fui para la embajada china.
le dejé una nota a m que me había pedido que le recuerde que imprima su pasaje de tren. la nota decía: "don't forget to print your ticket and please, by no means, don't forget to be you", o algo así.
me fui caminando rapidito, tenía la impresión de que cerrarían al mediodía. en efecto, así fue. llegué una hora más tarde, a las 12, y habían cerrado 11.30. el de la puerta me dice que a las 2 vuelven a abrir, me dedico a hacer tiempo. veo en el mapa que la embajada de mongolia está cerca, voy a ir a averiguar también, también tengo que esperar, empiezan a atender a la 1.
en el camino, aunque apurada, venía contenta. tenía ganas de regalarle algo a m y no sabía que, o sí, pero estaba en duda, y en la caminata me decidí. en chiang mai había comprado un cuadernito minúsculo, tipo anotador, en el que había anotado muy pocas cosas. decidi escribir ahí algunas poesías y traducir otras mías y regalárselo. pero además, me surgieron un montón de ideas para otras poesías, iban brotando en mi cabeza mietras caminaba. así que cuando me dijeron que vuelva en una hora en la embajada mongolesa (?), me senté en la vereda de enfrente a escribir como una desquiciada. escribí a borbotones, 3 o 4 o 5 cosas nuevas, más algunas traducciones de memoria de otras poesías de peqjardín. uy, me hacía una ilusión la idea!
se hizo la una, fui a por la visa mongólica, claro que debía dejar el pasaporte y no puedo porque lo preciso para la otra visa, así que no hago nada más que perder 15 minutos, sólo me restan otros 45 para volver a la china. no hay un gramo de sombra en la calle, me siento lejos, paciencia.
a las 2 voy a la puerta y me dicen que no, que sólo por la mañana. cómo? pero si él me dijo! ruego, imploro, al final dicen sí, si es nomás completar un formulario, no me importa si luego tarda 5 días, lo que no quiero es tener que volver dos veces acá.
vuelvo caminando, sonriendo cantando aunque un poco también derritiéndome.
llego al hotel pasadas las 3 y m no está, me doy una ducha y empiezo a escribir frenéticamente en el cuadernito. me gusta la idea, me gusta mucho, ademas escribí algunas cosas que me gustaron, que hablan de m, del proceso de estos últimos días, y sé que le van a gustar. abrí peq jardin en papel y en blog, leí cosas viejas, elegí algunas para traducir. me sorprendo con algunas cosas que escribí, de verdad. otras obviamente me parecen una cagada, pero son las menos.
llega m, me dice que gracias por la nota, que le gustó mucho. se la guardó. quedamos con vicky en ir a tomar algo, yo no me quiero clavar toda la noche con ella, m actua muy distinto conmigo a solas que con otros, y me gusta mucho más como es cuando estamos solos.
vicki es divina pero pareciera que el trabajo es el 100% de su vida y eso me parece triste. el viernes próximo será su cumple, quizás me la encuentre en luang prabang para hacerle compañía. me da la impresión de que no la está pasando bien y si puedo hacerle la gamba, buenísimo.
nos despedimos de ella, vamos a una reunión de couch o algo así, jugamos a adivinar cuales son los cs en un bar lleno de gente, al final somos como 7, hay una argentina, un tano y un español, disfrutamos de hablar en castellano un rato. m se sienta medio lejos, casi no cruzamos palabra pero no importa. tomamos unas cervezas, charlamos, sacamos fotos.
volvemos a la medianoche, le digo que tengo algo para él, le doy el libro, lo leemos. le gusta. de verdad le gusta. algunas cosas las escribí especialmente para él, bueh, todas las escribí para él pero algunas inspiradas en él. especialmente una que titulé murder of no one, cuando la leyó me dijo: éste soy yo, y sí, sí es.
me dijo que hubiera querido tener algo así para darme, yo le dije que ya me había dado (de hecho me regaló un libro, además de la chalina de seda). me dio un abrazo, lo volvimos a leer, le mostré el crudo que escribí esta tarde en la vereda de la embajada, me dijo que lo venderá el día que yo sea famosa por mucha plata, le digo que puede hacer lo que quiera, dice que nunca lo venderá, que tiene otro valor. le digo que no es mas que un objeto, que si bien es representativo para nosotros, como que el efecto está logrado, como diría clarice, ya se puede prescindir del objeto-carnada una vez que se pescó el significado, pero él no está de acuerdo. lo agarra fuerte con las dos manos y me dice gracias.
él se duerme, yo termino de corregir unas cosas para identity, las mando, tengo ganas de dormir con él, era lindo su abrazo. pero aunque usted no lo crea, no me lo quiero coger, eh! creo que en el fondo tengo alguna fantasía a futuro con él. como que se dará cuenta de algo más adelante, quizás cuando vuelva. sí, soy así de ilusa.
esta es nuestra ultima noche juntos, y aunque me hizo sufrir, mucho más me hizo aprender. y sé que lo voy a extrañar.
pareciera que está despierto, a veces habla dormido. le digo que lo voy a extrañar, y él dice algo como "yeah, is going to be weird" que no quiere decir yo también te voy a extrañar pero tampoco lo contrario, es más bien una separación entre él y el sentimiento, una externación. se hará cargo alguna vez de lo que siente? son las 2 y media de la madrugada, termino de escribir esto y me voy a dormir.

miércoles, 23 de junio de 2010

día 22

otra vez casi se me pasa el día sin tiempo para escribir. me dormí tarde, entre el libro, las morning pages de ayer, leer un poco el libro de mooji y la lluvia, que me hizo levantar a vaya uno a saber que hora para cerrar las ventanas y entrar la ropa que estaba en el balcón. la mitad de mi cama estaba mojada, hacía demasiado calor para taparse pero demasiados mosquitos para destaparse, al final recordé que había por ahí cerca un frasco de repelente y ahí la cosa mejoró.
llovió intensamente toda la noche y la mañana también, como a las 6 m se despertó. habíamos hablado de tomar el bus de las 7 am.
pero afuera caía una catarata furiosa, yo me moría de sueño y la verdad es que no hacía mucha diferencia tomar el bus de las 12.30, así que no costó mucho convencerlo.
dormí una hora más, a las 7 abrí los ojos, manoteé la pc, fm me confirmó que andaba la internet, mandé el libro, miré el resultado de partido, argentina ganó 2 a 0 a grecia. miré una nota en un diario online: la firmaba un tal nicolás ballinoti. loquísimo, es un pibe que conocí en isla del sol, y creo que me había gustado, obviamente no me había dado bola. loquísimo que recuerde su nombre, creo que no lo hubiera recordado si no lo hubiera leído.
le pregunté a m donde compró la chalina de seda que me regaló: es de dharamsala. me la pongo, me gusta. está fresco afuera, sigue lloviendo.m se fue a desayunar, yo salí atrás de él, fui a comprar un pan y unas frutas. lo volví a encontrar en otro bar, el de siempre estaba cerrado tan temprano. pagó carísimo por un sandwich, volvimos, pagamos el hotel, colgamos un rato de charla. está otra vez con este ánimo feliz que le sienta de maravillas. le digo que si siempre estará así, es un peligro. no me animo a decirle que si está siempre así, me enamoraría de él, pero lo pienso. él dice que éste es él. y cuando es él, es encantador.
me siento honrada en algún punto porque se permita ser él en mi presencia. le pregunto si es así en estocolmo, dice que no. no sabe que pasará cuando regrese, si podrá ser este nuevo él, si tendrá lugar.
descubro la diferencia entre el que conocí en bangkok y el de ahora. éste está vivo.
ríe, sonríe, no se toma en serio, hace el ridículo, dice tonterías. se ha sacudido la mente, se sacó el traje de la intelectualidad. está desnudo, libre.
vamos a tomar el bus, queremos agarrar el bus local, que es más barato. mientras esperamos que salga, le cuento que ayer estuve un poquito triste pensando en que vamos a separar nuestros caminos. le digo que ha sido una experiencia interesante viajar con él, él dice que mucho. no me molesta estar triste, para mi es una buena señal, es señal de que algo me ha dejado marca. le cuento mi parte preferida del principito, cuando se despide del zorro y él le dice que aunque esté triste igual gana por el color del trigo. él me cuenta la historia de un maestro zen que se harta del desapego y decide "apegarse" a todo. yo soy un poco así, confieso. me gusta la intensidad. y sé que voy a estar un poco triste cuando nos despidamos, y que luego se me va pasar.
nos sentamos en asientos separados, los asientos siempre son chicos y las piernas nos entran ajustadas. pero después el bus se llena, así que compartimos el asiento.
hacemos una parada en un mercado, bajo a comprar unas bananas. están muy caras, detrás mío viene el chofer del bondi y compra algunas. yo sigo para adentro del mercado, compro unos choclos y unas bananas asadas. cuando vuelvo a subir, m está terminando de comer una banana. me dice que el chofer le dio dos. está terminando de comer la segunda, me ofrece la mitad, yo respondo que sí pero no me entiende y engulle lo poco que queda. que distintos que somos, le digo. obvio que si tenés dos bananas es una para cada uno, por eso el chofer se las dio, porque sabia que yo queria comprar. él dice que no está especulando que alguien le dé, que en su país uno paga los impuestos y el gobierno se encarga de repartir, lo cual lo exime de la culpa. sé que no es nada personal, ni siquiera de él, es más bien algo cultural, pero no deja de sorprenderme. sé que no es nada personal, ni siquiera de él, es más bien algo cultural, pero no deja de sorprenderme.
paramos otra vez, yo me estoy meando, bajo a los yuyos directo. me incrusto dentro de una planta que me deja el pantalón lleno de espinitas. cuando vuelvo a subir le pido que me ayude a sacarlas. al principio se resiste, después se pone con paciencia a sacarlas, una pierna cada uno. quiero hacerle un chiste, como que me estoy calentando con su mano ahí, pero no la quiero embarrar, hay mucho riesgo de confusión.
hablamos de los tiempos de viaje, me dice que no sabe cómo hacen los irlandeses para viajar un año juntos. que él cree que no podría viajar por tanto tiempo con nadie por bien que se lleve. yo viajé 4 meses con h, dos con j, y ahora vendrán otros más con j también. estoy mansa, creo, estoy mucho más mansa y eso hace que pueda adaptarme más a otros. él dice que viajó 6 semanas con su ex y no estuvo mal, pero que no cree que le resulte por mucho más tiempo.
está incomodo, cambiamos de asientos, me toca la ventanilla y él estira las piernas hacia el pasillo, es alto aunque no parece, un metro ochenta y algo. me dice que le duele el culo del asiento, quiere dormir y la cabeza le cuelga como un péndulo.
le sugiero sentarnos como lo hacíamos con jonathan (aunque no le digo que lo hacía con jonathan, claro), yo de costado con las piernas abiertas y él en el medio, recostado sobre mí. le advierto es que es una posición que requiere demasiado contacto para los estándares suecos, sonríe. al final, probamos, se recuesta sobre mí en toda su extensión, su cabeza sobre mi hombro. me aplasta un poco, pero me gusta esa presión.
se queda un rato, quizás se duerme, no lo sé. después sugiere cambiar, así que a mí me toca estar sobre él. es cómodo, se siente cómodo.
llegamos, está contento, lo puedo sentir. su alegría me contagia instantáneamente. encontramos enseguida el hotel que buscamos, nos dan una habitacion tipo dormi con 3 camas, no sabemos quien será el próximo habitante. en la puerta del hotel está chris, el suizo que nos venimos cruzando desde pakbeng, con laura, una holandesa que conocimos en vang vieng. ella deibera venir con una perilla de volumen. me altera bastante. vamos a cenar, hablo con vicky, viene, vamos a un bar caro en el que no pido nada. es rara la situación con vicki, no me cae mal, resulta que tambien trabaja en comunicacion, pero siento que somos de universos diferentes. estamos vicki, chris, una chica alemana, m y yo. bueno, m no está ahí, medio que yo tampoco. la reunión se muda a una pizzería, después a la puerta del hotel. hacemos planes para mañana, miro mi correo, resulta que el libro no llegó, lo envío otra vez, me escribió tejedora un mail hermosisimo, le dije que queria ir a visitarla por un tiempo largo, me hace ilusión pasar unos meses en cachi cerca de ella, me cuelgo con la idea, sé que lo haré, ya veremos cuando.
volvemos al cuarto, le pregunto como está, siento que no está. le digo que es distinto cuando está conmigo que cuando hay más gente. él dice que sí, definitivamente, está más relajado. supongo que sabe, o siente que no lo juzgo, que no me asusto. más bien por el contrario, lo prefiero así. mañana cumplimos un mes juntos y además, es nuestro último día.

martes, 22 de junio de 2010

día 21

tres semanas ya pasaron desde que empecé a escribir estas páginas. uf, parece mucho. algunos días salen a la mañana, otros, como hoy, recién tengo tiempo a la noche.
me agarró así como una tristeza repentina, ahora. estoy muy cansada, es cierto, ayer me encontré con jaz en skype y me fui a dormir como a las 4 de la mañana, y esta mañana me desperté a las 9. quería hablar temprano con la mina del hotel, a ver si pintaba lo de hacer la página, pero no tuve éxito. es difícil explicar algo así a alguien que no tiene ni idea de lo que le estás hablando y pobrísimo manejo del inglés.
ayer se pasó manso y nublado, la internet no andaba muy bien y nos fuimos con m a un bar muy caro a usar el wifi. obvio que no consumí nada, pero m sí. es raro, él raramente me ofrece algo de lo que pide. bah, creo que en argentina la gente es diferente. la cuestión es que fuimos ahí creo que antes del mediodía y nos colgamos toda la tarde, como hasta las 4. cada uno está en su planeta pero a la vez charlando, interactuando, comentando y está bueno.
mientras estábamos ahí nos encontramos con finnola y karol, una pareja de irlandeses muy copados que habíamos conocido en luang prabang, quedamos en encontrarnos a cenar.

volvimos al hotel, empezamos a cantar. nos grabamos cantando, fue divertido. me gusta poder compartir eso con él. quedamos que cuando vaya a estocolmo iremos a la casa de su ex que tiene un estudio y nos grabaríamos profesionalmente. comimos un ananá que habíamos comprado el día anterior, es como el pn nuestro de cada día.
dijimos que iríamos a caminar pero al final colgamos y salimos justo a tiempo para el encuentro. comimos unas brochettes, charlamos y nos despedimos relativamente temprano. yo todavía tenía hambre, m compró un pan para el día siguiente, yo compré otro para esa noche. volvimos, balcón, pan con aceite de oliva y pimienta negra, vinito, charla aunque no mucha, porque después apareció la flia en skype, era el día del padre, y colgué.
hablé con mi mamá, que me comentó cosas tales como que habían abierto el puente de gualeguaychú y que había visto a mi amiga guada pasar por la puerta de casa sin saludar. mi papá me hizo comentarios del blog, está tan orgulloso que me mata de ternura. me dice que cada día escribo mejor, jua, como si fuera gardel. me sugirió mandar algún escrito al concurso de clarín, le dije que lo elija y lo mande nomás.
estaba fer también. hace mil que no lo veía. se rapó la cabeza. está arrugado, envejecido. estaban martín y sol además, mostrándome las ventanas en sus sonrisas de dientes ausentes. sol me contó que se le cayeron cuatro dientes, a martín se le cayeron como nueve. martín está tan hermoso, enorme!
después cortamos, charlé un rato con m, y volví al skype con jaz. estaba medio en otra, con rodrigo de visita, el teléfono, mara, facu, así que no fue una charla de esas profundas que tanto disfrutamos, pero estuvo bien, siempre es un placer hablar con ella. la está pasando medio fiero, me temo. ya lo creo que no es fácil separarse y mucho menos con dos enanos de por medio. chica valiente. se tenía que ir, hablamos un rato nomás.
le mandé mail a kika, casi se me pasa su cumple. mañana es el de kikita, no me tengo que olvidar, el 25 es el de facu. después me recontra colgué leyendo las referencias de couchsurfing. hay que tener ganas... se largaba a llover cuando me fui a dormir.
esta mañana abrí los ojos antes de las 9, me hubiera gustado dormir un rato más pero si quería hacer lo de la web, tenía que ser temprano. despues, el libro de identity, que acabo de terminar, me consumió todo el día.
m estaba particularmente feliz hoy, tanto que me contagió.
si todo el tiempo se hubiera comportado así me hubiera enamorado de él, sin dudas. estaba libre, risueño, suelto... le dije que me alegraba verlo tan feliz. me dijo que se había despertado sabiendo que era él. magnífico.
yo, atareada con el puto libro y un programa que me bajé para editar el pdf que se colgaba cada tres minutos, igual compartí su felicidad. llovió a la tarde, mucho en poco tiempo, miramos por la ventana. me dijo que hacía poco le había empezado a gustar la lluvia. era una lluvia preciosa, cayendo sobre las montañas vestidas de nube. a la tarde se fue a caminar, yo me quedé trabajando, a las 6 y media habíamos quedado en encontrarnos con los irlandeses. los vimos en el puente, el plan era ver juntos el atardecer. llegamos un poco tarde, pero había una linda luz sobre el río, apenas rosada.
cenamos en el mismo lugar de ayer, aunque yo tenía ganas de ir a otro lado, me sumé a la mayoría. la charla a veces es interesante con los irlandeses, pero a veces me aburro un poco, no entiendo todo lo que dicen, tienen acentos raros.
igual son copados, quizás me los encuentre en el sur.
volvimos temprano otra vez, a la 1.30 juega la selección pero creo que voy a pasar, son casi las 12 y tengo sueño. empezamos a armar las mochilas, y m, mostrándome una chalina verde como de seda, me preguntó si me gustaba. le dije que sí, y me la regaló. le dije porque no se la daba a su mamá, que la vería en unos días nomás. me dijo que no le gustaría. le pregunté para quien la había comprado, me dijo que simplemente la vio, le gustó y la compró, pensando que se la daría a alguien, y me tocó a mí. le dije que entonces debería recordarlo cada vez que la usara, me preguntó si eso sería un problema. le dije que era el precio que tenía que pagar por ella. mañana nos vamos a vientiane, donde debería haber estado hace dos días. soy débil, que se le va a hacer. preferí pasar unos días más con él que ir por mis papeles. y esta tristeza repentina, la conozco. y es que se viene la despedida.

lunes, 21 de junio de 2010

día 20

podría haber despertado con los ojos hinchados y el ánimo destruido, pero no. amanecí otra vez ridículamente temprano, 8 y algo (considerando que me había acostado a las 4, es muy poco), estoy durmiendo casi nada estos días pero no parece tener efectos en mi cansancio ni en mi ánimo.
obviamente m dormía, me bañé y me fui a comprar unas frutas. quería también comprar una baguette. m había comprado unos quesitos y todavía quedaban un par, y había sugerido que podíamos desayunar eso. yo últimamente no como nada más que frutas a la mañana, pero un poco de pan no me parecía mala idea. así que compré baguette, bananas, tomates cherry y un ananá chiquito, y volví con la ilusión de un desayuno fatto in casa. en el camino encontré a m sentado en el bar de siempre, engullendo su religioso sandwich y su licuado de limón. las cosas nunca salen como uno las planea.
me senté, me pedí uno para mí de ananá, me pregunto como estaba. yo estaba asombrosamente bien, como si la noche anterior hubiera estado de fiesta y no llorando con mi ego deshecho entre las manos. él acusó un poco de resaca, hablamos de alquilar una bici. me preguntó si me iría hoy a vientiane, y quizás debería. bueno, debería, si después quiero ir a pakse y si pahn do y todo eso y después volver a subir para ir a china a tiempo para encontrarme con j, debería. también puedo ir en unos días, tramitar mis papeles sin ir al sur y volver a subir. m me pregunta si iré y volveré en el mismo día, la verdad es que mucho sentido eso no tiene, es mucha plata.
es que tampoco hay nada en vang vieng que tenga que hacer que me obligue a quedarme, el mayo encanto de este lugar creo que es la hermosa habitación que tenemos.
él dice, podés ir y volver, ir y nos encontramos el miércoles cuando yo voy, o vamos el miércoles directamente. el tema es que si yo voy sola, encima que ahora vicky no está ahí, no me voy a quedar. puedo ir, iniciar el trámite y seguir para el sur, y pasarl oa buscar a la vuelta, pero eso implicaría que ya no nos veamos nunca más, porque el viernes él se va a tailandia. no es nada dramático tampoco no verlo más, bueh, quizá un poco sí, es fácil acostumbrarse a algunas cosas y supongo que, aunque en muchos momentos lo haya querido matar, igual lo voy a extrañar. en estos días se cumple un mes desde que nos encontramos en pai, y no es poca cosa. el otro día me contó que durante sus 5 meses de viaje no viajó con nadie excepto con una semana con su amiga india. yo soy la persona con quien ha pasado más tiempo en estos meses, y aunque en india yo tuve unos cuantos compañeros de viaje, excepto por j, m es mi compañero de viaje de más larga duración. y eso es algo que quiza ralentiza un poco mi partida, sin mencionar el hecho de que la inercia suele ser la ley fundamental de mi comportamiento.
también hay otro factor, que es la chance de diseñar una página para este hotel en que estamos ahora. todavía no hice nada al respecto pero quizás puede andar. eso me implicaría quedarme uno o dos días más pero ahorrar bastante dinero, no estaría mal.

finalmente decidimos alquilar bicicletas, aunque nos costó arrancar. salimos pasado el mediodía con un calor húmedo y pegajoso. la ruta pedregosa convertía mi cuerpo en un sonajero. entramos en un desvío para ver una cueva, el camino era aún peor, piedras, subidas, bajadas, calor. estamos ensopados. llegamos a la cueva, adentro está fresco, tenemos una linterna muy mala, nos escurrimos detrás de un trío que va delante nuestro pero sus linternas tampoco ayudan mucho, no sabemos muy bien que es lo que hay para ver, tras intentar caminar acurrucados por una rendija a 45 grados, decidimos salir.
otra vez la ruta coctelera, hay que bajar de la bici y caminar. volvemos a la ruta principal, la promesa de una laguna azul al final del camino nos mantiene vivitos y pedaleando, el camino mejora sensiblemente, alrededor hay cielos reflejados en los arrozales.
cruzamos un puentecito de ensueño, abajo un río verdiazul ronronea manso, compramos un ananá, seguimos pedaleando, pasamos por unos pueblos, sabaidee.
llegamos a la caverna y lago, que no es lago sino río, a un lado del puente el agua está llena de púberes ingleses, del otro lado solo el río para nosotros.
m. no es muy amante del agua, chapuzón y sale, yo me quedo flotando un rato, dejándome acariciar por la corriente. nos sentamos a cantar y charlar un rato, nos quedamos dormidos, m tiene ganas de emprender la retirada, si igual no tenemos nada que hacer allá tampoco, prefiero estar acá. subimos a la caverna, ni idea teníamos que serían tantos escalones, casi hay que subir toda la montaña, una vez arriba otra vez no tenemos linterna pero es enorme y entra luz. tiene una acústica increíble, canto el ave maría sólo para probarla. no nos metemos muy adentro, la linterna es casi inútil y estamos con poco ánimo explorador. bajamos y otra vez al agua, serán pasadas las 5 cuando empezamos a regresar. que feliz me hace pedalear, voy cantando a todo lo que dan mis pulmones. pasamos otra vez por el puentecito de ensueño, m sugiere que cenemos ahí, sino fuera porque pronto estará oscuro suena genial.
la gente es superamable, charlamos sobre fotografía, m dice que con mi talento debería comprarme una cámara mejor. terminamos de comer, apuramos la pedaleada, ya no queda nada de sol, no es muy fácil con las rocas pero ya casi llegamos, las cosas en el canasto de la bici saltan como poseídas, voy perdiendo las frutas que compré como una gretel a pedal.
antes de cruzar el puente sacamos unas fotos, ya está oscuro pero ya estamos de regreso. ya sobre el asfalto yo elijo seguir con la pedaleada un poco más, la bici y yo nos merecemos pedalear sin saltar, romancear un rato sobre terreno amigable. cuando vuelvo, m me espera bañadito y listo, vela y vinito en el balcón.
y sí, obvio que una piensa como puede ser que casi tan perfecto todo pero. y sin embargo, este "es lo que hay" es bastante bueno. y elijo disfrutarlo así.

domingo, 20 de junio de 2010

día 19

día 19
me despierto tempranísimo otra vez, no son ni las 7.30, esta vez sí tengo frutas para el desayuno, como algo y salgo. cruzo el puente, empiezo a caminar, a perderme entre campos sembrados de arroz, inundados de agua, caminando por finas cornisas de barro, deslizándome a veces, debiendo meterme en el agua otras. quién soy yo? quién soy yo para juzgarlo? quién soy yo para decirle que tiene que quererme? quién soy yo para que tenga que quererme? camino,éßa camino entre el verde absurdamente brillante de los arrozales, hay algunas casas salpicadas acá y allá, perdidas en el laberinto de sembrados.
llego a una montaña, después a un río pequeño y claro que debo cruzar caminando con el agua casi a la cintura. y esta gente, con sus vidas de arroz, paleando los campos, abriendo compuertas, inundando, regando, regando.

vuelvo casi al mediodía, m. está recién despertado creo, desayuno, clásica rutina, la tarde otra vez se pasa, escribo los epigrafes para el libro de identity, cuanto calor hace, subimos fotos, hoy organizamos un couchsurfing meeting al que seguro no irá nadie pero nosotros. como a las 5 decimos de ir a caminar, o algo así, pero una cosa y la otra, son las 6 y seguimos acá, esperá que me doy otra ducha, se hicieron casi las 7, tenemos que ir al meeting. vamos, m. se acuerda que le dije que tenía un antojo de pizza porque sugiere compartir una.
obvio que nadie aparece, escuchamos las conversaciones de las mesas vecinas, volvemos a hablar de creatividad, me dice que le gustaría abrir un bar en estocolmo, le cuento que pensé en armar una editorial al regresar, pero como no tengo idea de cuando será eso, dejé todo en suspenso. parece que nos aburrimos pero no, cantamos, charlamos pero también compartimos el silencio.
podemos estar mucho rato en silencio, sólo escuchando la nada, cada uno en su universo que quizás es el mismo.
que hacemos después? m quiere comprar un vino, escuchar música y no hacer nada, es sábado a la noche, casi que no se me ocurre un plan mejor, obvio que para mí a ese plan le falta un poco de carne, pero no tengo otro plan mejor y este suena tentador.
encontramos un vino decente, pido que lo pongan en la heladera y lo pasamos a buscar más tarde, él dice que buena idea, yo digo, obvio, me estás subestimando. él pregunta en que otra cosa me subestimó, a mí no se me ocurre ningún ejemplo, más bien se lo decía en joda, pero ya sabemos que las jodas siempre tienen algo de verdad.
caminamos, al final encontramos una caja de 3 litros que vale la mitad, bue, en realidad vale el doble pero es la mitad de precio por litro, entonces nos vamos a poner en pedo cada día hasta que se termine, quizás.
volvemos al cuarto, nos sentamos en el balcón, el aire está quieto y aunque los relámpagos amenazan en el horizonte sigue haciendo mucho calor. por lo demás es todo perfecto, el vino, la música, los rayos, los grillos, la quietud absoluta de una noche de sábado que para nosotros podría ser lunes o jueves detenido en el no-tiempo de los viajeros.
está tan cambiado de como estaba en luang prabang que es como los días en pai, de charlas interminables. estamos tratando de escribir una canción, cantamos, nos enseñamos.  el vino hace efecto, estamos sentados en el piso del balcón sobre almohadones blancos, yo rescato un toblerone que venía cargando hace como dos semanas, comemos chocolate y vino y música y palabras.
y todo parece fluir hermosamente, y es así, pero hay algo que tengo atravesado y es que no pasa nada, o sea, pasa, pero en otro nivel. entonces me decido a enterrar el puñal hasta el fondo.
what is wrong with me? nada está mal, sí. sí algo está mal porque si no, pero what do you mean, you know what i mean, what is wrong, why don't you like me?
y ahí nomás me despachó una historieta sobre una chica que conoció apenas antes de irse, que la vio nom;as tres veces pero siguieron en contacto, que ambos saben que 10 meses es mucho tiempo así que no hay promesas ni compromisos de nada, pero que él sintió que la estaba traicionando cuando estaba conmigo, y que si no puede poner su corazón 100% en lo que hace, prefiere no hacerlo.

bueh, van cayendo fichas a este baile, algo de mi se resiste a creer en que la historia no es una excusa, pero es lo que hay.
ojalá que las cosas vayan bien cuando vuelvas, es lo único que puedo decir.
pero es otra vez esa amargura profunda, ese dolor encarnado, esa pena que es tan antigua, el puñal siempre en la misma herida, revolviendo y revolviendo.
lloro, inevitablemente este dolor otra vez rebalsa las compuertas y es que puta, loco, siempre lo mismo.
siento que nunca soy suficiente. ni suficientemente linda, ni interesante, ni inteligente como para desbancar a otra, ficticia o real. lloro, él por una vez deja salir su ternura, me acaricia el pelo, me abraza. tenemos una charla un poco de lugares comunes, esa charla que tantas veces he tenido, y es que no sé si es que asusto o aburro o ninguna cosa, no causo ninguna cosa. invisible, insipida, incolora, inodora.  yo digo que ser yo no paga, no compensa. que cada vez que soy yo en mi expresión más genuina, más naif diría, más fluida y menos pensada, más tierna y menos especuladora,lo único que encontré fue rechazo. él dice que quizás no era yo, porque si hubiera sido yo realmente, el rechazo no me hubiera hecho mella. y yo digo cosas que ya he dicho, y él dice cosas que ya he escuchado, y aunque las escuché cientos de veces y ya casi no me consuelan, suenan tan hermosas con su voz de tercipelo negro, que las lágrimas ceden un poco. él me dice que no hay nada malo conmigo, que soy perfecta en el sentido moojistico de perfección, que nada de esto debería alterarme porque en verdad nada puede alterarme, que si sólo pudiera darme cuenta de que no soy este cuerpo y esta cara y esta mente y este montón de sensaciones contrariadas sino algo mucho más vasto e intocable y sagrado.
yo lloro, pero a la vez estoy feliz. de haberlo conocido, de este camino, de este aprendizaje, que es siempre el mismo y que nunca termino de aprender, igual, ojalá nunca llegue el día en que deje de sentir.

sábado, 19 de junio de 2010

día 18

pasaron tantas cosas que no tuve ni tiempo de escribir. es extraño, porque no hacemos casi nada. pero el día se pasa, un poco con las fotos, las charlas, la nada.
me cuesta reconocerme en este no hacer nada, pero no me sienta mal. paradójicamente estoy durmiendo muy poco, me despierto muy temprano sin el depertador.
viernes a la mañana, m duerme, salgo a comprar unas frutas. hago media cuadra y me encuentro con edo, un italiano que también conocí en N6. estaba alquilando una moto. (tengo la impresión de que esto ya lo escribí, pero no tengo modo de comprobarlo porque ahora la internet no anda.) hablamos un rato, me paso data del sur de laos, me invitó así como al pasar a acompañarlo en la recorrida pero mucho no insistió, así que no me anoté. sin embargo, pensé en que hubiera pasado con m. si lo hubiera dejado colgado todo el día. probablemente nada, quizá se hubiera alegrado de tener un día para él solo. en fin. quedamos en encontrarnos a cenar y nos despedimos.
volví con mis frutas, cuando llegué m recién se despertaba, se fue a desayunar. desde el primer día encontramos este bar restaurant que vende licuados baratos y se ha transformado en una rutina ir ahí. a veces me tomo algo, en general no, pero el otro día pedí uno de menta y jengibre que estaba buenísimo. yo me bañé, y después colgué haciendo vaya uno a saber qué, m. volvió, seguimos en la misma tesitura de hacer sin hacer, o de sin hacer pero haciendo. de pronto la tarde se escurre como agua por la rejilla, tenemos hambre, vamos a cenar. intentamos un lugar, después otro frente al río. es caro, bueh, caro normal para el promedio de laos aparentemente, pero caigo en cuenta que estoy ahorcando mi presupuesto estos días. le digo a m que si quiere cene ahí, que luego me consigo algo más tarde. mi cuerpo está funcionando raro, pero bien. como frutas durante el día, tampoco muchas porque son caras, mucho más caras que en tailandia, excepto por los ananás, que son dulcísimos como de lata y asequibles. bueh, así que son frutas durante el día y después la cena, tipo 8. algunos días me estoy muriendo para esa hora, pero en general no, y lo llevo bien. éste era uno de esos en que no, podía darme el lujo de esperar para cenar más tarde. m dijo que no, vamos a otro lado. le pedí disculpas, es medio choto viajar alguien con poco presupuesto porque te acorta mucho las opciones. él dijo "ni un problema, si hubiera querido cenar ahí lo hacía, pero no muero por ello".
probamos en una miniatura de mercado local donde nada nos convencía, y luego en un restaurante local, donde resultó que los precios eran tan caros como en los demás.
seguimos buscando, pasamos por un lugar que estaba lleno, pispeamos el cartel y descubrimos porqué: precios imbatibles, ja!
nos conseguimos una mesa entre las hordas de niños ingleses a punto de borrachera, ordenamos unos curries y nos sentamos a dejarnos atrudir por la música y el barullo.
antes de que llegara la comida descubrimos que en la mesa de al lado están finnola y karl, un pareja de irlandeses que conocimos cuando fuimos a la cascada. nos cambiamos de mesa, ellos están con una pareja de holandesas y una holandesa más "suelta". ella es super bonita y le da charla a m. no diría que me da celos pero entretanto finnola me deja sorda contándome cosas que mucho mucho no me interesan. cervezas, buckets y cigarrillos, nos vamos cambiando de asiento a lo largo de la noche, porque las chicas se van a bailar. m. termina a mi lado, está un poco borracho, o alegre, o en el punto justo de relajación que te afloja la lengua. ya habíamos hablado de que él estaba cambiado desde que llegamos a vang vieng y que estábamos disfrutando de pasar tiempo juntos otra vez. pero esta vez agregó que estaba pasando el período más extraño de su vida. reconociendose, aprendiéndose, descubriéndose. y que en consecuencia, éste, exactamente éste momento que compartimos. es el punto de su vida en que ha sido menos "easy going" y justo me toco a mí. yo, más bien por el contrario, le dije que probablemente estaba en el período más easy going de la mía. quizás son esas las lecciones que tenemos que aprender.
yo tengo ganas de besarlo. y no sé muy bien porqué, pero me nace. pero puedo sentir que él está en otra sintonía, está en otro lugar. está acá, conmigo, pero en otro lugar muy diferente del que yo estoy. estamos sentados uno al lado del otro, y tenemos que acercarnos para escucharnos, el ruido es infernal, pero nuestra charla fluye bellamente, inalterable, hay un universo comunicacional que nos une, un código común que desoye que somos de extremos opuestos del mundo.
volvemos, estamos los dos algo borrachos, sguramente él más que yo, la charla sigue cada uno desde su cama, él sigue con las excusas, yo me pongo algo rígida. pero es que, bueh, pará, sí, vos estás en un período de cambio, pero quién no? eso no te libra de culpa, no te exime de saber que hay otros que están siendo afectados por tu comportamiento. entretanto, la tormenta ruge afuera.

viernes, 18 de junio de 2010

día 17

son las 3 am y no hay luz. desde hace dos horas cae afuera la tormenta eléctrica más magnífica y violenta que recuerdo. llueve, como diría charly, hermosa y salvajamente.
abrí la ventana y me asomé, cada gota era un bautismo, un beso, una herida.
los rayos atraviesan la negrura horizontalmente, quiebran rabiosamente el telón negro de la noche. están escribiendo instantáneos mensajes secretos con trazos de luz. dibujan cada vez el contorno de las montañas en el horizonte. encienden el día por un microsegundo.
mi corazón se estremece, pero no de miedo, es pura adrenalina. lástima que mi compañero de cuarto desconozca la noción de romanticismo. de cucharita ni hablemos. los sapos se despiertan, compiten con los grillos y las gotas quien entona mejor esta canción de cuna.
abro de par en par las ventanas, que penetre esta lluvia fabulosa, este viento mojado de luces fugaces.

me costó conciliar el sueño con la lluvia. estaba cansadísima, me había despertado supertemprano, pero aún así. la electricidad circulando en el aire tenía a todas mis células en vilo. dí mil vueltas en la cama, me levanté a escribir, a fumar, a sacar la ropa del balcón, a cerrar las ventanas, a abrirlas, a mirar la lluvia por un lado y por el otro, a respirar ese aire nuevo y rabioso. tenía muchas muchas ganas de abrazar a m. corrección, tenía muchas ganas de abrazar a alguien. tenía una energía extraña corriéndome por las venas, una especie de alegría, de emoción. creo que algo todavía me dura. una sensación rara, como de resaca, de cansancio, de inquietud.
en un momento m. dijo algo, creo que gritó; me desperté, le agarré la mano y le pregunté si estaba bien. él tiró para retirar su mano, me da pena. está taaaan pero taaan negado a mí! no sé porque será, quizás me tiene miedo.
igual, esas cosas me hacen mella. yo ahora me río, pero me duele su rechazo.
me desperté pensando que me afecta porque él en algún punto me gusta. si no fuera así, no pasaría nada. pienso en julien, por ejemplo. compartí su cuarto en rishikesh. yo lo quiero, pero no me nace abrazarlo. deberé entender que a m. le pasa lo mismo conmigo, aunque la diferencia es que en un momento sí le pasó. cual fue el click que hizo que cambié de opinión, esa es la espina que tengo clavada en medio del ego. eso es lo que tengo que averiguar, o es lo que quisiera averiguar.
me dormí como a las 4, entrecortadamente, me desperté a las 7 y algo sin el despertador y me acordé que tenía que tomar el antibiótico. lo tomé, dí más vueltas, ya había luz afuera, salir o no salir, estoy recansada, mejor sigo durmiendo. al rato, las máquinas, están construyendo más bungalows, agrandando el hotel, ruido, 9.30 am me levanto, me doy una ducha, m. se despierta también, yo quiero salir antes de que la calle se convierta en un horno intransitable, quedamos en encontrarnos en el bar de los licuados, salgo en busca de unas frutas.
hago 20 metros y me encuentro con edo, un italiano que también estuvo parando en N6 en bkk. yo sabía que estaba por acá, me había escrito para que nos encontrásemos en vientiane pero yo no sabía cuando estaría allí. estaba alquilando una moto. tentador. creo que es gay. se quedó también en lomsak en casa de kamjana. me pasó buena data del sur, creo que sí iré, tengo unos días antes de encontrarme con j. me animaré a despedirme de m. antes de que él se despida de mí? me cuesta arrancar sola, cada vez se hace más evidente. medio que me invitó a acompañarlo, pero no mucho, así que no me sumé. le dije que estaba viajando con m, para cualquiera es una obviedad que viajando juntos estamos además juntos, difícil de explicar. viajar con alguien así es comprarse un pasaje al celibato. quedamos en encontrarnos a cenar.
caminé un poco, encontré jack's fruit que me encanta, 5000 kip, estoy perdida con los precios, me cuesta darme cuenta si es caro o barato. 1000 son 4 bahts, 5 por 4, 20, no está mal. entonces ayer pagué 60 por la ensalada, este país es mucho más caro que tailandia, especialmente la comida. caminé un poco más, el mercado queda frente a la estación de buses, eso es demasiado lejos para ir caminando con este calor. encuentro un puesto con bananas por el camino, eso es suficiente, banana en bolsa y pego la vuelta. en el camino me cuelgo un rato mirando friends, lo pasan todo el día en el 70% de los bares. parece que es la receta para atraer farangs, entonces todos hacen lo mismo.
paso por el bar donde había quedado con m, está terminando su sandwich. no me convida, casi nunca lo hace. no es nada personal, lo sé, pero cuan distintas son nuestras culturas! a veces creo que venimos de planetas diferentes.
me tomo un licuado de menta y jengibre, entran dos chicos y una chica hablando en castellano, son argentinos. ella es pelirrojisima, preciosa, parece irlandesa. charlamos un rato, vienen de trabajar en nueva zelanda. m está en su mundo. a mí me molestaría un poco presenciar una charla de la cual no cazo una, pero como él está en su universo, casi que le viene bien que nadie le hable. les digo que él es sueco, me preguntan si vivo en suecia. jah! no, no, nomás coincidieron nuestros itinerarios, o quizás los hicimos coincidir, vaya uno a saber. quizá m. se adaptó más a mí de lo que yo quiero ver, ahora que lo pienso, esta ruta era mi plan desde el principio, no el suyo. él ni siquiera tenía pensado viajar a laos.
ayer le pregunté que hubiera pasado si habláramos el mismo idioma. nadie puede saberlo, pero creo que las cosas hubieran sido diferentes... quizás no hubiéramos durado casi un mes viajando juntos, je. el miércoles se cumple el mes. quizás no esté ahí para festejar.

hace mucho mucho calor. salgo al balcón. hay muchas mariposas revoloteando en un charco. tengo tu voz, tengo tu tos... oigo tu canto en el mío... afuera un muchacho está paleando arena. que afortunada soy. tanto, tanto. tanto que no lo puedo creer. tanto que me pregunto que hice para merecerlo.

jueves, 17 de junio de 2010

día 16

esta morning page, mas que morning debería llamarse midnight page... son las 12.47!
m. ya se fue a dormir, se metió en su capullo sábana cual gusano de seda. quizás algún día se convierta en mariposa, vaya uno a saber.
por lo pronto, pasamos un día bastante bonito. charlamos mucho, como en los viejos tiempos. hoy me dí cuenta que hace casi un mes que estamos viajando juntos, aunque los días en luang prabang casi no cuentan.
le dije que había notado un cambio importante en él, al menos en relación a mí, respecto de luang prabang. y lo reconoció, aunque no pudo explicarlo. yo tampoco le pedía explicación, claro. pero le dije unas cuantas cosas, como que desde que estábamos acá había vuelto a disfrutar pasar tiempo con él. y él dijo que le pasaba lo mismo. esa afirmación implica claramente que antes no lo disfruté, parece que él tampoco. dijo algo de que quizás precisaba un tiempo para él, no seré yo quien se lo niegue. le dí la bienvenida, para mí los días que pasaron fueron como si se hubiera ido a otro lado. hablamos de la ternura, le conté lo que me había dicho tejedora acerca de mi sueño... y le dije que con él yo había claudicado en mis intentos de demostración, dado que era como intentar ser tierno con un iceberg. no recogió el guante, allá él.
no nos debemos explicaciones, es simple. y en menos de una semana vamos a separar caminos para quizas nunca más volvernos a encontrar, así que mejor disfrutar estos días que quedan sin hacerse mucho la cabeza.
yo sigo en duda si vientiane el lunes y al sur o unos días ahi y después bajar, o nunca bajar. no estoy muy segura sobre cuanto tarda la visa, parece que 4 días. el lunes debería ir y resolver si quiero pasar los últimos días con m o hacer la mía. él ya sacó su pasaje para bangkok, es muy organizado y a mí parecer, no me tiene en cuenta para nada, aunque seguramente él no crea lo mismo. aunque no voy a negar que se mostró flexible cuando estuve enferma, pero tampoco fue un cambio tan drástico de planes.
sí, hoy volví a disfrutar de su compañía, lo cual es muy bueno, porque en LP lo sentía como una piedra atravesada en la garganta.

me desperté tempranísimo, como a las 5, las montañas entraban por la ventana. teníamos la idea de salir temprano a buscar hotel, a ver si nos cambiábamos de éste. la verdad es que las chances de encontrar algo mejor por menos guita eran ínfimas, nuestro cuarto es una maravilla, gigante, camas hermosamente blancas, una mesa, balcón (aunque sin vista) pero con dos ventanales enormes a las montañas. impecable.
salimos entonces despues de las 7, quizas a las 8. pasamos por el hotel de al lado, que tenía unos bungalows muy lindos pegados al río. están buenos para retozar, pero 80000 es un poco mucho. despues fuimos al hotel que está adelante del nuestro, cuyo wifi con clave detecté en la pc la noche anterior. mientras m preguntaba por los cuartos, vi un cartel en la pared que decía tickets to vientiane, bikes for rent, password y un número largo. agarré una lapicera del escritorio y garabateé el número en mi mano. será cuestión de probar...
cruzamos el río, encontramos los lugares que estábamos buscando ayer. uno era bellísimo, los bungalows desperdigados en un jardín lleno de mariposas, pero no había más lugar. el otro era mas pobretón, tenemos demasiado confort que resignar...
el camino que tomamos se hundía hacia el campo, pero hacía ya demasiado calor para seguir. serían las 10 am y no se podía estar en la calle! más que caminar, parecía que nadábamos en sudor. volvimos por otro puente, uno que te cobran para cruzar en un sentido pero no en el otro, ergo, no pagamos. nos fuimos a desayunar algo; a pesar de las frutas que había comido tenía hambre y m. estaba famélico a punto de desmayo. encontramos un lugarcito con licuados baratos, linda gente.
volvimos, probamos el password del wifi, funcionaba. m. me dice: you are so sneaky(sneak quiere decir escabullirse, pasar a escondidas) . yo respondo: vengo de un país pobre, hay que estar despierto, atento, aprovechar los recursos... crees que voy a ir al infierno por esto? nos reímos. lo que queda de la mañana y la tarde se nos pasa mezclando fotos, charla, música, silencio.
como a las 6 le propongo ir a ver el partido de argentina y a comer algo, vamos, cambiamos varias veces de bar, yo no tengo apuro alguno, para cuando elegimos uno acaba de terminar el primer tiempo. cenamos ahí, elijo lo más barato de la carta, una ensalada, no está tan mal. argentina gana 4 a 1 a corea del sur.
termina el partido justo a tiempo con la sobremesa, miramos medio capítulo de friends y me pregunta que hacemos, si tengo planes. no, ninguno, vos? tampoco. pensé que podríamos ir al lado del río, dije. me gusta la idea, contestó. en el camino me detuve en una especie de panadería, tenían esas megatortas de chocolate que te llaman desde la vitrina pero que comprás a sabiendas de que te van a decepcionar. m quiso comprar una, me ofrecí a comprar unos licuados para acompañarla, pasamos por el bar, ananá y limón, cuesta abajo hacia la costa a degustar el postre ribereño.
he vuelto a disfrutar de su compañía, pero no me como ninguna. sigue siendo el mismo capitán hielo. y yo que no tengo descongelador.

hablamos del futuro. no existe!
no puedo planificar nada. no puedo, no quiero, no me sale. cuando tengo algo planeado lo vivo casi como una prisión, como una opresión. yo sé que son etapas, que en otras épocas de mi vida planificaba todo milimétricamente y que esta no planificación (que no es extensiva a todas las instancias de mi vida, por cierto, no aplica a lo que tiene que ver con lo financiero, ni mi casa, ni mis trabajos freelance) es probablmente momentánea. ya habrá tiempo de encontrar un punto de equilibrio. por lo pronto, cada día me doy cuenta que éste se parece mucho a un camino de una sola vía y que me va a costar mucho volver a adaptarme a una rutina de oficina. cuando pienso en argentina, ya estoy pensando en cuánto voy a viajar por el país, quiero ir a visitar a vale en chaja, a caro en pelle, a la negra en córdoba y a tejedora en salta, y no por poco tiempo. me encantaría ir encontrando changas en el camino, especialmente no me molestaría pasar una temporadita en salta, con maimarita, el quitu y tejedora. tambien le prometí a jaz que iríamos juntas a corrientes y yo me debo a mí misma visitar las cataratas y el extremo sur. ahora ale me espera tambien al sur de chile... no me faltan lugares para visitar! me gusta saber que tengo amigos en tantos lados, que tanta gente me espera con la puerta abierta.
será que me he vuelto nómade de modo irreversible?
dónde cuadra en todo esto mi deseo de maternidad?
demasiadas preguntas para una sola noche.
acaba de largarse un diluvio fenomenal. es hora de mirar llover.

miércoles, 16 de junio de 2010

día 15

me desperté tempranísimo, como a las 6. las dos tomas de antibiótico y el ibuprofeno habían hecho efecto. al menos podía estar en pie. empecé a organizar mi mochila, creo que escribí un poco. le escribí a kika, de hecho había soñado con ella.
es curioso, desde hace unos cuantos días vengo soñando con mis amigas. soñé con celia (y recibí un mail suyo al día siguiente), después con mi hermana (que me escribió en facebook justo después) y hoy soñé con kika.
no lo recuerdo muy claramente. sí recuerdo que no estábamos solas, éramos 4 personas. yo estaba con un muchacho que bien podría haber sido m. y kika venías con una chica. traía bebida y comida, arroz y algo más, todo como recién comprado en un take away. había como mucha preparación y ceremonia para servir la comida, quizás había alguien más que ayudaba con eso. recuerdo una vajilla bonita, unos vasos de cristal con cositas de colores, como de murano. comíamos sentados sobre algo parecido a una cama, había mucho blanco alrededor. kika tenía puestos unos lentes violetas que no son los que usa habitualmente, pero se reía mucho con su risa hermosa y cristalina de siempre.
que feliz me hacen mis amigas. me enseñan tanto! embellecen el mundo con su sola presencia. me siento menos sola sólo por saber que existen.me pregunto si esto de recordar tan claramente los sueños tiene que ver con las morning pages. quizás.

me doy una ducha, comienzo a ordenar mis cosas. quizá me vaya hoy? quizá nos vayamos hoy?
pienso en que tengo que ir a vientiane a tramitar la visa para china. y hoy es miércoles. si vamos a vang vieng hoy, nos deberíamos quedar hasta el lunes. además está vicky, a quien no conozco pero ya me cae bien. qué ganas tengo de un poco de conversación argenta! pero vicky se irá el jueves y volverá el 23, o sea el próximo miércoles.
podría ir el lunes a vientiane, comenzar el trámite y seguir el mismo día para el sur, luego pasarla a buscar y encontrarme con vicky entonces. veremos. por lo pronto voy a salir a la calle, necesito abandonar este cuarto al menos por un rato.
entretanto puedo ir a averiguar por los pasajes, creo que los precios que le pasaron a m. eran demasiado caros.
caminé un rato, son tan hermosas estas callecitas... el río asomando al final de la esquina, los techos rojos, los árboles. infinidad de mariposas, bicicletas, monjes. averigué en un lugar, en otro, en otro más. los precios eran más o menos los mismos, apenas más baratos. y si nos vamos hoy? ja, me da risa pensar en plural.
bueh, será cosa de volver y hablarlo con m. es temprano todavía.
tengo el atrevimiento de preguntar cuanto sale alquilar una bici. me río de mí, que loca estoy. apenas puedo estar en pie! entro a un templo, voy al mercado, entro por una calle angosta que no conocía, al menos no la conocía llena de puestos de verduras y frutas. paradójicamente, tampoco reconocí la avenida por la que iba, desnuda ahora de los puestos del mercado nocturno de artesanías. todo tiene una rutina horaria particular en laos. son apenas las 8 am, y hay puestos que ya están cerrando!
compro jengibre que sí es, me da gusto poder preguntar en lao y entender la respuesta. no es que haya aprendido tan rápido, pero es que se parece mucho al thai. vuelvo al hotel, pido agua caliente, me dan el termo entero, pregunto por los buses, golpeo la puerta de m.
-ayer te golpeé cuando volví, como a las 11. pero como no hubo respuesta, pensé que estarías durmiendo.- sí, estaba.

-fui a averiguar por los buses.- dije, y le recité la lista.-hay uno ahora, a la 1.30 por 105.000 y otro mañana a las 9 am por 90000. todo lo demás, arriba de 120. que opinás, nos vamos hoy?
-qué hora es? -unos minutos antes habían pasado las 12.- si vos te sentís bien para hacerlo, vamos. no necesito quedarme otro día más acá.
y así fue como empacamos y nos fuimos. como se dice "enmochilamos"? no hay una palabra para eso en castellano. en inglés tampoco, para todo dirían "pack". pero no es lo mismo decir empacar que enmochilar, armar la mochila. empacarse es también encapricharse, tararse, detenerse, negarse a moverse. o sea, todo lo contrario a la idea de enmochilar.
cada vez que armo la mochila me doy cuenta que estoy cargando monton de cosas al pedo, pero que guardo con la idea de que en algún momento las voy a necesitar, o simplemente porque ya me acostumbré a su presencia en la mochila, o porque estoy esperando a "la" persona para dársela, como por ejemplo las allstar truchas que compré en bangkok, y que usé sólo dos veces con dolorosos resultados. el día en que me decida a tirar todas esas porquerías, creo que voy a viajar con la mochila vacía. aunque es cierto que cuando hace 35 grados de mínima, toda pilcha parece excesiva. en rusia en octubre, te quiero ver.

al rato nomás nos pasaron a buscar por el hotel. hasta entonces yo me senté en la vereda vecina del bar de enfrente, a robarles un rato de wifi. le escribí a vicky, a ver si nos vemos en el sur, ella estará en pakse y yo debería pasar por ahí si voy a si pahn do. acabo de darme cuenta que si pahn do es literalmente la traducción de 4000 islas, ja. no lo había pensado!

subimos a una minivan bastante pobre, pero con esta sólo vamos hasta la terminal, ahí tomamos otra.
m. se sienta en la primera fila, yo en la segunda. le cuento de la interpretación de mi sueño que hizo tejedora, tan brillante. tejedora dice que yo soy esa casa colorida y llena de artistas y sol, que soy esa casa tomada, caótica y creativa. y que el primer piso del edificio que se quiebra y se desliza, es mi mente. y que la distancia que siento con los habitantes de la casa, debo "combatirla" con ternura. este punto me hace ruido. a veces siento que no hay espacio para canalizarla! m., que está viajando conmigo hace como un mes ya, es la cortina de hierro. no sólo no la traspasa, sino que tampoco la deja traspasar.
j. era fantástico en ese sentido. no tenía mucha historia, era tan franela como yo. y fundamentalmente, no se comía la cabeza con el tema. no temía pensando que si me acariciaba me iba a tener que proponer matrimonio a los 2 días. no especulaba con que si yo lo tocaba, era porque quería tener 5 hijos con él. creo que ese es un patrimonio de los niños. los que han tenido más experiencias poco felices son cada vez menos propensos a dejarse llevar, a enternecerse, a enamorarse. yo me descubierto mucho más táctil de lo que pensaba. voy tocando todo a mi paso: piedra, pasto, fruta, tela, agua, piel.

son 6 horas de viaje. voy moviéndome de una ventanilla a la otra, sumergiéndome en el paisaje. montañas verdes suben y bajan a cada lado. cada tanto brotan algunas casas a los lados de la ruta, muchas de ellas suspendidas sobre el risco encaramadas a finísimos pilares chuecos. hay infinidad de chicos. cada casa es una escena que quisiera fotografiar. pienso que igual, más que la foto, quiero la historia. debería viajar in eternum, saber cada idioma, poder parar en cada casa y charlar con la gente. es que cada rostro es una historia. si nomás saco la foto, yo armo el relato. pero si ellos me lo contaran, la foto simplemente sería para mí un anclaje para ese texto, nada más que una imagen con la cual relacionar tanto significado. pasa una mujer con su crío atado en la espalda, después dos nenas con canastos en la espalda llenos de leña. un tipo corta leña, dos chicas cargan montón de bidones, adivino que irán a buscar agua, chorrean los mocos en la cara de un enano de dos años, llueve un poco.
cada tanto el río asoma desde el abismo, marrón y caudaloso. hay un eco lejano al valle sagrado del cusco.
m. se pone los auriculares. me pregunto donde quedaron nuestras conversaciones interesantes. no recuerdo haber tenido casi ninguna desde que dejamos pai.

en un momento se desconecta del ipod, se sienta medio de costado, quiere charlar. hablamos un poco, de todo un poco. sip, me gusta hablar con él cuando está. como a las 6 hacemos una parada. bajamos, charlamos un poco más. le pregunto, más bien le cuento que me estaba preguntando porque no hablábamos más como antes. que si nuestra química conversacional se había quedado en pai, o ya habíamos agotado todo nuestro repertorio. me dijo -bueno, estamos teniendo una conversación interesante ahora.
pero confesó que viajar lo cansa, lo agota, lo deprime. what? pero no era viajero este chico?
pues no le gusta moverse mucho, le gusta quedarse en un lugar. y bueh, es cierto que después de pai pasamos dos noches en chiang mai, una en chiang khong, una en pakbeng y cinco en luang prabang. y según dijo, recién en los últimos días sintió que su energía regresaba. paradójicamente, justo cuando yo me enfermé. -me robaste la energía, lo acusé. nos reímos, pero quizás haya algo de verdad.
llegamos a vang vieng como a las 7,30. sospechamos que un tuk tuk nos estafa pero no tenemos mucha opción. está difícil encontrar el lugar que buscamos a oscuras, nos ofrecen uno, lo vamos a ver, nos gusta. es una habitación amplísima con tres camas, dos más juntas y una más apartada. él deja unas cosas sobre esta última cama y se sienta en la del medio. bueh, ya sabemos como vamos a dormir.
nos bañamos, salimos a caminar un rato. la charla es casi del nivel de las que solíamos tener.
de vuelta en el cuarto, hablamos del amor. él dice: amor es apego. creemos que debemos tener una pareja para ser felices pero debemos serlo solos. yo digo: no necesito, quiero.
él asiente. está acá, acostado al lado mío, mientras escribo esto.

día 14

en realidad esto lo escribo el día 15.
tras pasar el día en la catarata -bellísima, sin dudas- volví extremadamente cansada. a la noche me descubrí temblando. piel de gallina con treinta y pico de grados? fiebre. y placas en la garganta.
m. me dio un ibuprofeno, me fui a dormir. me desperté arruinadísima.
temprano fuimos a ver la procesión de los monjes, cosa rara. después me fui al templo que está en la montaña frente al hotel, cuesta arriba, cuesta abajo, linda vista.
antes de las 8 am ya estaba de regreso en el hotel. me bañé, me acosté. estuve volando de fiebre todo el día, tapada con dos frazadas. tuve algunos sueños extraños, soñe que tenía sexo en el subte con un desconocido. el viaje comenzaba en algo que parecía un teatro, podría ser la sala casacuberta del teatro san martín. yo hablaba con un señor por algún tema serio, un trabajo o algo así. y ahi nomás, sin salir a la calle, me tomaba el subte. no parecía estar tan lleno, pero lo estaba o a mí me parecía. yo estaba como sentada o acostada en el piso, enredada con este flaco cuya cara apenas había visto, y teníamos algo como sexo ahí mismo, en el subte, algo intermitente, lento, callado, pero a la vez muy excitante. en el sueño yo me preguntaba a mí misma que estaba haciendo, pero no bastaba para detenerme. quizás paraba un segundo y luego seguía. yo tenía puesta una pollera y unas botitas cortas, azules o rojas, bastante gastadas. a su vez, creo que alguien me daba charla al mismo tiempo, charla de subte, del tipo que calor o cual es la próxima estación.
finalmente llegaba donde quería ir, me acomodaba la pollera y bajaba, el flaco bajaba también detrás mío. tenía pinta de rocker, morocho, de pantalones negros, all star y campera de jean. estaba bueno, me hablaba. él también se preguntaba cómo había pasado algo así. no era cargoso, no me molestaba su compañía, teníamos que caminar algunas cuadras, como si hubiéramos bajado en diagonal norte y tuviéramos que ir a plaza de mayo. casi podría asegurar que ahí era donde íbamos, aunque buenos aires no se veía igual, había una luz rara de madrugada, violeta, de lamparitas incandescentes.
me dormí y me desperté muchas veces, a veces helada, a veces hirviente. me bañé varias veces también. y lloré. un llanto seco y entrecortado, lloré del dolor intenso de cabeza y cuerpo que tenía. sentía que me estaban estrujando las vísceras, el corazón, el pecho.
bajé sólo una vez cerca del mediodía a llenar mi botella de agua. a duras penas corregí algunas cosas que le debía a rox, no la quería dejar colgada. en vano esperé que m. me golpeara la puerta del cuarto.

finalmente tipo 6 me levanté para ir a la farmacia. en la puerta del hotel me encontré con m., estaba averiguando por los buses para ir vang vieng, habíamos hablado de eso el día anterior. extrañamente, los planes siguen siendo conjuntos.
apenas me vió, me dijo: no te ves bien... y no, claro que no. el mundo se movía a mi alrededor, y mucho. le dije que no había estado bien. que había estado volando de fiebre, que apenas me había podido levantar, que iba a ir a la farmacia.
me acompañó. compré ibuprofeno y antibióticos. m. se fue para el mercado, se ofreció a comprarme algo para comer, yo de hambre, nada, le pedí que si podía me comprara jengibre.
me senté cerca de un bar con wifi a robar un poco de señal, envié las cosas para rox, escribí en facebook que estaba enferma.
para cuando terminé, m. volvía. había comprado limas y algo que parecía jengibre pero no era, 2000 kips.
pedí a los chicos del hotel agua caliente, había que esperar, subimos. fuimos a mi cuarto, charlamos un rato tirados en la cama, casi como en los viejos tiempos, lástima que mi cabeza estaba como un trompo en llamas.
m. amagó con despedirse, le pedí que me trajera el agua caliente, la trajo, se fue so promesa de pasar más tarde a ver como estaba. yo me dí una ducha, planché, desmayé, desconecté, morí.