lunes, 7 de junio de 2010

día 5

acá estamos. sentados en un bar en la esquina, esperando el bus para chiang mai.
veinte dias en pai! me parece mentira que haya pasado tan rápido.
me pinta hacer asi como balance, pero creo que es muy pronto para hacerlo. quiza nunca lo haga (es lo más probable) pero sé que hubo algunos cambios, algunos aprendizajes y unas cuantas caídas de fichas (?). tengo la sensación de que en estos días de no pasar nada, en realidad pasaron muchas cosas.

(hora de tomar el bus, la seguimos en chiang mai)


chiang mai. mi host anterior se hizo bastante el otario, igual no daba para quedarse otra vez con él viajando con M. llegamos tras un viaje algo traumatico, tomamos tuk tuk a la zona de los gringos. caminamos buscando un hotel que nos habian recomendado. caminamos, caminamos, no aparecía. pues habíamos salido para el otro lado! ningun problema, ni mala cara, ni mala onda, simplemente desandamos lo andado y encontramos el lugar. lindo, casi que invita a quedarse. la habitación no es gran cosa -obvio que estamos compartiendo, aunque por un momento no me pareció tan obvio. gente rara.- pero hay como una buena onda flotando que todo lo embellece.

ayer tuve una tarde muy pero muy feliz en pai. llovia bastante. me senté a ver la lluvia, me armé un cigarrillo, fumé en silencio. solo las gotas y yo.
cuando caigo en cuenta de esos momentos, cuando hago el click de descubrirme sonriendo sin excusa me doy cuenta de que estoy en donde tengo que estar, en donde quiero estar. que no necesito nada, nada de nada para ser feliz. es un estado tan magnífico, tan pleno, tan lleno y a la vez tan vacío. porque es la nada misma, no hay una causa que justifique la sensación tibia que me recorre por dentro. es el silencio y la música de las gotas, el viento con olor a río, las montañas enredadas entre las nubes. pero es también el mercado explotando de colores y texturas, o los árboles florecidos de púrpura, o el nene que me mira curioso y sonríe, o el recuerdo de un abrazo con mis amigas.

estos son los últimos días en tailandia y me voy despidiendo de la idea de vietnam y cambodia. no tiene mucho sentido pagar 40 dolares de visa por una semana de estadía, con suerte. quizás pueda cruzar a china desde laos directamente. tengo que averiguar por la visa a mongolia también, mucho que hacer en ventiane (la capital laosiana).
j me pregunto si pedía couch para dos en shanghai. me da muuucha paja tener que cruzar todo china que no es chico para despues volver a bajar!
le pedi que se fije donde es que quiere ir, a ver si encontramos un término medio.
estoy como indiferente con la idea de verlo, pero no en un mal sentido. como que está bien, pero sin saltar en una pata. quizá cuando se acerque más la fecha me agarre la emoción. quizás lo estoy evitando.

disfrute mucho del viaje en bus (excepto por una señora con su hijita hiperobesa, a la cual le pegaba con un cable, un horror horroroso).
pensé mucho. haciendo esas conexiones mentales absurdas que suelo hacer, me acordé de ramiro, que tanto me gustaba. y de pronto pensé que no quisiera estar con un tipo como él, que no tendríamos muchas cosas en común (aunq está que se parte). entonces pensé en otros flacos que habían aparecido en mi vida, y de pronto tuve así como un insight: no soy yo, son ellos!
solía (supongo que ahora también lo hago, aunque me hago la canchera hablando en pasado) echarme la culpa por que no daban bola, porque no me elegían. suponía que algo mío estaba mal. me ponía a mí misma en situación pasiva, como un objeto que ellos elegían comprar en el supermercado, acomodadita entre otras miles, poniendo carita simpática, tratando de estar "a la altura" de mis compañeras de góndola -ergo, sintiéndome menos que ellas-.
y ahora, hoy, me di cuenta de que no es así! uf, tenía que cumplir 34 para caer en semejante obviedad? yo también tengo derechos, caramba!
levanto el dedo acusador y digo: y ustedes, qué? que uno es muy geek, el otro muy quejoso, el otro quiere estar en su mundo, el de mas allá quiere garcharse a cuanta mina se le cruce, aquel sigue enroscado con la ex. y yo, comprendiendo, justificando, aceptando migajas!
quiero elegir, quiero poder elegir. pero muchas veces no me lo permito, agarro lo que venga, y encima lo justifico. convengamos que es una época de vacas flacas para el amor, eso no lo puedo negar. pero de ahí a entregarse solita en el matadero hay un trecho importante.
esta docilidad que me inunda cuando de caballeros se trata es casi incomprensible en mi naturaleza. ay, la necesidad de ser querida, aceptada, amada...
supongo que igual, de ahora en adelante no seré tampoco una superada, pero tomar conciencia de ello es un paso.
en cualquier momento le pongo los puntos a m.
ja.


como es eso de que todo esta bien hasta que diga lo contrario? a ver, si yo tengo ganas de tocarlo, no me basta con que él no diga lo contrario. quisiera saber que eso le gusta, sino ni hago el esfuerzo!
ayer me pidió algo como disculpas. dijo que está raro estos días, más introvertido que lo habitual. yo, a ciencia cierta, no puedo saberlo, no tengo parametros para comparar, si apenas lo conozco. de todos modos me tranquiliza saber que él se hace cargo de que no me da ni la hora excepto cuando se le canta. yo por ahora estoy bien con la idea. dormir acompañada cada tanto no me viene mal y jugar a los novios es divertido pero puede ser un arma de doble filo. sin embargo un poquito de pasión, así como para darle un gustito a la cosa, no vendría mal.

en chiang mai está sofía, la que la alquilaba el depto en baires en mi primer viaje.
la última vez que la ví me la crucé de casualidad en cuzco, loquísimo. la aprecio mucho a sofi. se jugó por lo que quería, se fue al otro lado del mundo por un chavón. es una grosa. no sé que hace en chiang mai pero en un rato lo voy a averiguar. nos vamos a bailar salsa, me hace falta ritmo latino!

No hay comentarios: