lunes, 28 de junio de 2010

día 25

el viaje resultó mejor de lo que pensaba, y a pesar de que saltaba un poco, creo que desmayé todo el trayecto. en un momento abrí los ojos, estaba amaneciendo. el sol asomaba apenas al final de la ruta, inundando todo de una luz tibia y naranja.
llegué a pakse antes de las 7, sin estar muy decidida si quedarme o irme, había mandado un couch request la noche anterior pero obviamente no sabía si me habían respondido. el bus a 4000 islands salía a las 7, 10 minutos para decidir, pensé en que si decidóa ir otro día iba a tener que madrugar, compré boleto y me fui.
está nublado, llueve un poco, el paisaje es verde y plano. se siente raro estar sola otra vez, cargar la mochila, dormir en un bus. hace tiempo que no tomaba buses nocturnos, más de un mes, el último fue desde lomsak a chiang mai.
estoy tranquila, algo melancólica quizás, algo absolutamente comprensible tras un mes de viajar con m. en el bus a pakse charlé con dos chicas suizas muy simpáticas, hablé especialmente con una hasta que me quedé dormida. apenas bajé del bus para 4000 islands veo una cara conocida: pablo, un argentino amigo de sofía que conocí en chiang mai. cuando nos conocimos estaba con angie, una chica inglesa que tenía pensado ir china por tierra, le había pedido que me pase información al respecto así que habíamos intercambiado mails. también con pablo habíamos cruzado un par de mails, el supuestamente haría el mismo recorrido que nosotros hacía vientiane tras despedirse de angie en luang nam tha, al norte de laos. sin embargo, pablo no está solo: angie está con él! no te ibas a china? no, me dice, decidí ir en avión a beijing, así que nos vamos a cambodia.
mirá que loco, como son las cosas, obviamente la presencia de pablo, que apenas habla inglés, bastó para que cambiara su recorrido. me acuerdo que cuando los conocí le pregunté a pablo si era su novia y medio que frikeó, dijo: no, no, bueno, estamos viajando juntos nomás... pero el amor o como quiera que se llame es más fuerte, parece...
no sé, a mí esas cosas mucho no me pasan. bueh, j en su momento cambió sus planes por mí, es cierto. y m, no sé si tenía pensado originalmente ir a laos, pero lo hizo, aunque yo no lo invité expresamente y él tenía que salir sí o sí de tailandia por la visa.
qué será de m? está ya en bangkok, se iba de fiesta con ian, otro ex-n6. me pregunto que habrá pasado por su cabeza en el viaje a bkk, mi ego quisiera saber.
otro que me tiene preocupada es j, hace unos días que no sé nada de él. es tan hermético que a veces me da la impresión que me dirá "cambié de opinión, no voy nada" o algo así. que haría yo si eso pasara? iría a mongolia igual? me da un poco de cuiqui, quizá buscaría algún compañero de viaje. taylor tenía ganas de rumbear para ahí, pero ahora está en india.
j, vamos a tener que hablar cuando nos veamos, pero por ahora lo que más quiero es darle un abrazo.a
me siento como un estanque lleno de ternura, de abrazos, de mimos para dar y sin nadie que lo reciba. casi que ni me importa el destinatario, sólo quiero que esta energía fluya.
angie y pablo me pasan el dato de una guest house barata, de donde me dejó el bus tengo que tomar un bote, 10 mil kips, sale caro moverse. el bote va a pleno, es un viaje corto, llegamos a don det, bajamos, nadie es muy solidario con el tema de las mochilas y a una piba que está tratando de sacar la suya, se le cae una mochila ajena al agua. el dueño, un catalán que ya venía con cara de orto, se recalentó.
yo bajé hipertranquila, me tomé mi tiempo, el pueblo es una callecita de arena y tierra con restaurantes y hoteles a los lados, todo bastante precario. enfilo para el lado del sunset, para el oeste, ahi queda el lugar que me dijeron, lo encuentro, es barato, está bien, me quedo. es un bungalow minusculo pero con un porch bonito frente al río y con dos hamacas. pienso que a m le hubiera gustado, hay mucho verde, y un balcón era l que queríamos en vang vieng y en luang prabang, aunque acá falta el wifi para tener el combo completo.
me doy una ducha, me siento a escribir, a leer, a corregir, me quedo dormida, me despierto y otra vez lo mismo. tengo un sueño raro, con chris, el suizo que tantas veces cruzamos en pakbeng, luang prabang y vientiane, en el sueño él es él pero es mathias, o mathias es chris, o algo así, y quiere tener sexo conmigo, y yo le digo que no, que no es él sino otro. no me acuerdo muy bien, sólo recuerdo la confusión de personalidades. pienso que en el sueño estoy rechazando sexo, y que en ese contexto para mí es algo normal y absolutamente comprensible, es más, es algo incuestionable, excepto cuando yo soy la rechazada. quizá en todo el asunto m, lo peor es que en un momento si dió y luego no más, y luego sí otra vez pero después nunca más. hago un breve recuento del tiempo que pasamos juntos, de las charlas, de las noches bajo las estrellas en pai, de las canciones que cantamos y escuchamos, del vinito, de las cenas, y excepto los días en luang prabang, siento que somos mucho más compatibles de lo que hubiéramos creído.
a las 4 y algo tengo hambre, quiero terminar de corregir lo de identity para sacármelo de encima, acá la internet escasea y mucho, es bastante cara y no hay wifi. termino cerca de las 5, el horizonte acuático se va poniendo dorado, salgo a caminar bordeando la costa, salpicada de bungalows en la primera parte y de casas en la segunda. hay botes en el río, están pescando, hay chicos en la costa jugando, hay gente bañándose, lavando ropa. el agua parece marrón y espesa, y como su nombre lo indica, hay montones de islas e islotes. camino, las casas flotan sobre pilotes para cuando viene la cercida, la gente sonríe y saluda mucho, pareciera más pobre que el norte, percibo algo vagamente latino que me recuerda a manu, a rurre, a isla fuerte. hay gallinas y chanchos, hay perros y gatos, y hay infinidad de chicos.
el camino se angosta, ya casi no hay casas, se diluye mi esperanza de que este camino de la vuelta y vaya para "el centro" o al menos hacia algún lugar donde pueda encontrar un lugar para comer. igual, el sol enciende el agua del río, todo se tiñe de naranja pálido, prefiero ir lento y disfrutar la vista, por media hora más no me voy a morir de hambre aunque no comí nada en todo el día excepto por dos bananitas y unas obleas. cuando me resigno a que no hay salida para este lado pego la vuelta, voy por donde vine, paso el hotel, voy para el centro, encuentro un restaurant de comida india, 10000 por malai kofta, dale. me siento en una mesa junto al río, hay dos mesas más ocupadas, los que atienden son todos ladyboys, la comida está bien, ceno sola y vuelvo sola, no son ni las 8, creo que a las 9 juega argentina. hay luna llena e infinidad de mosquitos, me tiro un rato, como semillas de sesamo que vengo arrastrando desde jaisalmer, salgo para ver el partido pero no era hoy, está jugando uruguay, me acerco a ver, resulta que hay un argentino y encima está bastante bueno, le copo la mesa, charlamos un rato, no me da mucha cabida, miramos el partido, me quedo mas por inercia que porque me interese, urugua gana, me tomo un chocolate caliente, es con leche condensada, deme uno más, un chocolate caliente para el alma.

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