miércoles, 16 de junio de 2010

día 14

en realidad esto lo escribo el día 15.
tras pasar el día en la catarata -bellísima, sin dudas- volví extremadamente cansada. a la noche me descubrí temblando. piel de gallina con treinta y pico de grados? fiebre. y placas en la garganta.
m. me dio un ibuprofeno, me fui a dormir. me desperté arruinadísima.
temprano fuimos a ver la procesión de los monjes, cosa rara. después me fui al templo que está en la montaña frente al hotel, cuesta arriba, cuesta abajo, linda vista.
antes de las 8 am ya estaba de regreso en el hotel. me bañé, me acosté. estuve volando de fiebre todo el día, tapada con dos frazadas. tuve algunos sueños extraños, soñe que tenía sexo en el subte con un desconocido. el viaje comenzaba en algo que parecía un teatro, podría ser la sala casacuberta del teatro san martín. yo hablaba con un señor por algún tema serio, un trabajo o algo así. y ahi nomás, sin salir a la calle, me tomaba el subte. no parecía estar tan lleno, pero lo estaba o a mí me parecía. yo estaba como sentada o acostada en el piso, enredada con este flaco cuya cara apenas había visto, y teníamos algo como sexo ahí mismo, en el subte, algo intermitente, lento, callado, pero a la vez muy excitante. en el sueño yo me preguntaba a mí misma que estaba haciendo, pero no bastaba para detenerme. quizás paraba un segundo y luego seguía. yo tenía puesta una pollera y unas botitas cortas, azules o rojas, bastante gastadas. a su vez, creo que alguien me daba charla al mismo tiempo, charla de subte, del tipo que calor o cual es la próxima estación.
finalmente llegaba donde quería ir, me acomodaba la pollera y bajaba, el flaco bajaba también detrás mío. tenía pinta de rocker, morocho, de pantalones negros, all star y campera de jean. estaba bueno, me hablaba. él también se preguntaba cómo había pasado algo así. no era cargoso, no me molestaba su compañía, teníamos que caminar algunas cuadras, como si hubiéramos bajado en diagonal norte y tuviéramos que ir a plaza de mayo. casi podría asegurar que ahí era donde íbamos, aunque buenos aires no se veía igual, había una luz rara de madrugada, violeta, de lamparitas incandescentes.
me dormí y me desperté muchas veces, a veces helada, a veces hirviente. me bañé varias veces también. y lloré. un llanto seco y entrecortado, lloré del dolor intenso de cabeza y cuerpo que tenía. sentía que me estaban estrujando las vísceras, el corazón, el pecho.
bajé sólo una vez cerca del mediodía a llenar mi botella de agua. a duras penas corregí algunas cosas que le debía a rox, no la quería dejar colgada. en vano esperé que m. me golpeara la puerta del cuarto.

finalmente tipo 6 me levanté para ir a la farmacia. en la puerta del hotel me encontré con m., estaba averiguando por los buses para ir vang vieng, habíamos hablado de eso el día anterior. extrañamente, los planes siguen siendo conjuntos.
apenas me vió, me dijo: no te ves bien... y no, claro que no. el mundo se movía a mi alrededor, y mucho. le dije que no había estado bien. que había estado volando de fiebre, que apenas me había podido levantar, que iba a ir a la farmacia.
me acompañó. compré ibuprofeno y antibióticos. m. se fue para el mercado, se ofreció a comprarme algo para comer, yo de hambre, nada, le pedí que si podía me comprara jengibre.
me senté cerca de un bar con wifi a robar un poco de señal, envié las cosas para rox, escribí en facebook que estaba enferma.
para cuando terminé, m. volvía. había comprado limas y algo que parecía jengibre pero no era, 2000 kips.
pedí a los chicos del hotel agua caliente, había que esperar, subimos. fuimos a mi cuarto, charlamos un rato tirados en la cama, casi como en los viejos tiempos, lástima que mi cabeza estaba como un trompo en llamas.
m. amagó con despedirse, le pedí que me trajera el agua caliente, la trajo, se fue so promesa de pasar más tarde a ver como estaba. yo me dí una ducha, planché, desmayé, desconecté, morí.

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