sábado, 12 de junio de 2010

día 10

Siento que estoy durmiendo junto a un iceberg. Que la cama es un glaciar.
Pareciera que estoy haciendo algo tremendo, algo fuera de lugar. Un abuso.
Pareciera que no tiene ni un puto helado sentimiento. Porqué yo me someto a esto?
Porque me siento como un trapo de piso?
Quien me manda a mí a someterme a este maltrato?
O es que estoy tan equivocada?
No me va. Me duele. Me lastima.
No me basta el “i don’t mind” . “no me molesta pasar tiempo con vos”. No te molesta? Es insultante! No me molesta… andá a la concha de tu madre!
Hay algo que de verdad le guste? Que de verdad le genere pasión? O en todo se mueve con este ánimo desabrido, desganado, tibio?

A mí sí me molesta. Mucho me molesta.
Y más me molesta estar molesta. Y más me molesta molestarme por algo o alguien que no vale la pena. Y más me molesta saber que estoy molesta por decisión propia.
Cuando voy a aprender a despegar? Cuando aprenderé qué no es cierto que se debe pagar cualquier precio por un poco de compañía?
Porque ahora estoy acá, hecha una bola de inseguridad y de bronca, masticando con rabia los maníes que compramos juntos.
Y sí pienso en el ego y la puta que lo parió, pienso que ahora hay un tsunami y mejor dejarlo ser, que el océano no cambia, no se altera.
Porqué seré tan boluda, tan ingenua, tan torpe? Porqué preciso siempre tanta aceptación de los demás? Porque me banco tantas cosas y no me permito elegir? Si nadie sabe mejor que yo que es lo mejor para mí, porque me cuesta tanto darme cuenta que hay momentos en que es mejor salir, correrse, decir “hasta acá”?
A veces creo que aprendí. Si yo disfruto de estar sola! Pero cuando aparece otro, todo se transforma. Me pierdo, pierdo mi eje. Me preocupo tanto en complacer al otro que me desdibujo. Trato de ser lo más, lo mejor. Me adapto, me ablando. Tengo tantas ganas de estar bien con alguien que acepto lo que sea.
Y todo por una pizca de esto que ni siquiera se parece al amor…
No aprendí nada. Sigo siendo tan estúpida como siempre. Acá estoy en laos, en una ciudad preciosa, afuera hay sol. Y yo estoy acá sufriendo como una idiota. Idiota. IDIOTAAAA!
Y éste, que me corre la mano si lo quiero abrazar… no se merece nada de mí. Es cierto que aprendí mucho de él. Quizá esta sea otra lección, aún más importante.
Pero como me cuesta aprender… él dice, mooji dice “be yourself and relax” pero no hay modo de hacerlo con él. No puedo ser yo con él, no puedo vivir con un bloque de hielo. Es como dormir con un iceberg. Pega de lleno, choca, quiebra mi ser. Se hunde el Titanic de mi ternura. Quiero alguien que no tema, que se exprese. Extraño las mañanas con j. abrazar a alguien. Que alguien me corra el pelo de la cara. Que me acaricie la espalda cuando estoy dormida. Que me permita ser.
M miente. Se miente a sí mismo enredado en su intelectualidad. Él dice, sí. Dice que quiere ser espontáneo, las pelotas. Es una ameba. Dice que sabe que da la impresión de ser frío, distante, que no es así. Pero no es sólo la impresión. Quizá sea así sólo conmigo, eso nunca lo sabré. Pero eso no lo excusa, el modo en que es conmigo es lo único que conozco, por lo tanto para mí él es eso. Un cubito.

Esto de las morning pages me está sacando las ganas de escribir en mi blog. Voy a tener que hacer algo al respecto. Tengo tanto para contar!
Pero claro, esto no lo puedo contar ahí. Un espacio donde ser una cosa, y otro espacio donde ser otra. Compartimientos casi estancos. Acá soy un desastre de emociones atormentadas, en el otro soy una viajera cool. No soy menos yo en ninguno, soy los dos. Soy lo que quiero ser, lo que armo de mí misma, lo que cuento de mí misma. Me construyo de relatos. Soy palabras, soy crucigrama, claringrilla, novela, cuento corto.
Soy la fantasía que construyo sobre mí. Qué soy? Quién construye la fantasía? quién escribe mi cuento?
Soy viento rabioso o brisa cálida o aire sofocante en el espacio. El espacio del ser, dice mooji o algo así.
Me gusta más la metáfora del mar. Ola rabiosa que se estrella contra las piedras, ola que lame suavemente la arena. Oceáno. Salada. Profunda. Oscura a veces, cristalina otras.
Hoy, oscura y revuelta. Tendré que esperar a que baje la marea.

Tengo que terminar el libro de ana hoy. Voy a salir a caminar un rato para despejarme, volveré cuando haga demasiado calor para estar yirando.

1 comentario:

kika dijo...

vos estás aprendiendo bocha, él no sé, que dice querer ser espontáneo y no aprovecha tu presencia cercana que dá cátedra de eso.
o capito,no quiere apegarse, la vuelta de tuerca que pocos se acuerdan de decir del desapego es que hay que aprender a disfrutar de todo. sino es una farsa, siendo monje con teoría, rutina y sin posesiones es bastante más fácil que afuera la cosa. bu, me calenté yo!
responderte por acá y no por allá también es como un ejercicio de disociacón, ja.
tengo mail para mandarte, pero como tiene updates ahí va quedando, en construcción.